La Chica que se Seca el Pelo
Publicado: Mié, 17 Sep 2008 16:42
La Chica que se Seca el Pelo
La chica que se seca el pelo se autobesa el pelo con un secador de pelo que parece el rulo de un camello, que semeja un hueso de utilería, o un limón pintado por Dalí, pero en dulce
La chica que se seca el pelo escucha canciones de Beck mirándose las piernas que huelen a jazmines de las Galápagos y a saliva de monstruo
La chica que se seca el pelo recuerda los abanicos y siempre los asocia con esqueletos marinos y ruedas, con colores de la yema de los cipreses, también
La chica que se seca el pelo fue abducida en el patio donde está enterrado un baúl de peluquero, y apareció en otro patio, pero con la tierra más dura que alborotada
La chica que se seca el pelo seca las barbas de un ángel asirio, y seca el mundo
La chica que se seca el pelo sueña con sinfónicas antenas y con formaciones de espuma a punto de volar
La chica que se seca el pelo se moja el pelo en las piletas eléctricas de los hoteles, y elige los vagones vacíos del metro, para hacerse escafandras de viento
La chica que se seca el pelo recorre escaleras epilépticas insertas en cubículos de cristal como un guerrero
La chica que se seca el pelo lleva bajo la blusa un parche cosido donde esconde un canuto de besos soplantes y rojos
La chica que se seca el pelo se cuela en las terrazas procurando caminar entre las sombras helicoidales haciendo el equilibrio
La chica que se seca el pelo hace el amor sentada como fumando en una cueva
La chica que se seca el pelo extrajo un pedazo de luna-macho de un libro, y lo guardó en un cenicero
La chica que se seca el pelo adora el olor de las carlingas y las trenzas, aunque no se las hace nunca por superstición o desgano
La chica que se seca el pelo entra en los salones con la misma conciencia diamantina con que un yogui hace estallar su corazón
La chica que se seca el pelo se tatúa relojes pequeñitos en la espalda cada vez que nace
La chica que se seca el pelo cosecha triángulos azules en las cafeterías
Y echa café en las palmas de muertos
Y come a través del velo de la boca sin desvirgar la boca, como una vestal
Y busca su canario reencarnado en un perro
Y duerme en un ropero para evitar el llanto
Y cuando se corta con una cuerda del piano se venda con un nombre
Y baila como un tractor, pero liviano
Y martiriza sus tetas bajo los flashes
Y ríe
Rafael Teicher
La chica que se seca el pelo se autobesa el pelo con un secador de pelo que parece el rulo de un camello, que semeja un hueso de utilería, o un limón pintado por Dalí, pero en dulce
La chica que se seca el pelo escucha canciones de Beck mirándose las piernas que huelen a jazmines de las Galápagos y a saliva de monstruo
La chica que se seca el pelo recuerda los abanicos y siempre los asocia con esqueletos marinos y ruedas, con colores de la yema de los cipreses, también
La chica que se seca el pelo fue abducida en el patio donde está enterrado un baúl de peluquero, y apareció en otro patio, pero con la tierra más dura que alborotada
La chica que se seca el pelo seca las barbas de un ángel asirio, y seca el mundo
La chica que se seca el pelo sueña con sinfónicas antenas y con formaciones de espuma a punto de volar
La chica que se seca el pelo se moja el pelo en las piletas eléctricas de los hoteles, y elige los vagones vacíos del metro, para hacerse escafandras de viento
La chica que se seca el pelo recorre escaleras epilépticas insertas en cubículos de cristal como un guerrero
La chica que se seca el pelo lleva bajo la blusa un parche cosido donde esconde un canuto de besos soplantes y rojos
La chica que se seca el pelo se cuela en las terrazas procurando caminar entre las sombras helicoidales haciendo el equilibrio
La chica que se seca el pelo hace el amor sentada como fumando en una cueva
La chica que se seca el pelo extrajo un pedazo de luna-macho de un libro, y lo guardó en un cenicero
La chica que se seca el pelo adora el olor de las carlingas y las trenzas, aunque no se las hace nunca por superstición o desgano
La chica que se seca el pelo entra en los salones con la misma conciencia diamantina con que un yogui hace estallar su corazón
La chica que se seca el pelo se tatúa relojes pequeñitos en la espalda cada vez que nace
La chica que se seca el pelo cosecha triángulos azules en las cafeterías
Y echa café en las palmas de muertos
Y come a través del velo de la boca sin desvirgar la boca, como una vestal
Y busca su canario reencarnado en un perro
Y duerme en un ropero para evitar el llanto
Y cuando se corta con una cuerda del piano se venda con un nombre
Y baila como un tractor, pero liviano
Y martiriza sus tetas bajo los flashes
Y ríe
Rafael Teicher