Editorial Alaire

Suite de La cara oculta de la luna
Nº8 - Verso libre

[Antonio]

[tab=30]¿Adónde te has ido, Señor?
¿Por qué tengo tanta oscuridad dentro de mí?
Me avergüenzo de ella.
Me avergüenzo de la luna, de esta luna que me mira fijamente
y vierte sobre mí sus pulcros rayos.
La hiciste para regir la noche.
Entonces,
¿por qué no gobierna esta alma mía
que se revuelve en sombras como un perro?

[tab=30]¿Qué le está permitido hacer a un hombre,
ay, mísero de mí?
Sí, llevo tu ley en mis entrañas,
ley que me quema por dentro
pero que no apaga estas tinieblas
que se retuercen en mi interior.

[tab=30]He aquí mis manos.
¡Me duelen tanto!
¡Cuántas veces hoy,
mares rugientes ola tras ola,
han golpeado rocas de furia
y han triturado piedras de aire y de rabia!

[tab=30]¿Qué le está permitido hacer a un hombre?
¿Puedo curar en sábado?
¿Será para mí el sábado
sepulcro sin Domingo
en este día aciago,
este Corpus terrible que no acaba?

[tab=30]¿Son éstas mis coronas?
¿Son éstas las promesas que me hiciste?
¿Éste, el jardín de amenos animales
que en esta cruda hora me conforten?

[tab=30]¿Qué quieres de mí, tú, que me consumes
con puntiagudo fuego,
con hondas soledades?

[tab=30]¿Adónde te has ido?
Tu nombre, di, tu rostro y tu palabra,
¿adónde convertiste?

[tab=30]Mira la luna.
Trae tu dedo,
mételo en su costado.
¡Se burla de tu cuerpo misterioso!
Y se burla del mío
eyaculando blanca tu reflejo.

[tab=30]Tú no quieres sacrificios ni ofrendas,
pero me has dado un cuerpo.
Me pusiste en este mundo
para cubrirte de gloria.

[tab=30]¿Para qué, di, me quieres,
si no puedo darte más que confusión y miseria?
Mi sacrificio no te satisface.
Si te ofreciera mi cuerpo en holocausto,
¿lo querrías?
¿Te agradaría ver este mundo vomitando
por el hedor de mi carne quemada?

[tab=30]¿Por qué no me hiciste ángel y no hombre?
¿Por qué me hiciste sólo un poco inferior a ellos?
Yo iría por el mundo sin ser visto
llevando tus mensajes por el aire
y el aroma de luz de tu palabra
y el beso de tu aliento.

[Cabezudo caballo]

[tab=30]Yo soy la fe.
Yo tengo la respuesta a tus preguntas, ¿no ves?
Y tengo las respuestas aunque nada preguntes, ¿no ves?
Confía en mí, que he engendrado patriarcas que dominan el mundo desde el orto del sol hasta el ocaso, ¿no ves?

[Cabezudo esqueleto]

[tab=30]Yo soy la esperanza.
¡Mírame!
Estoy preñada de verde.
La hierba nace y crece dondequiera que piso.
Voy sembrando todo de verde a mi alrededor.
Yo puedo enseñarte a esperar y a cantar hasta que el sol consuma los planetas.
Toma mi mano.
Ven conmigo, te cantaré una nana y dormiremos un plácido sueño de setenta veces siete largos siglos.

[Cabezudo niño]

[tab=30]Yo soy la caridad, señor.
¿Tendría usted la caridad de jugar conmigo?
¡Yo quiero jugar!
Pero no sea usted tramposo.
No me gusta que me haga cosas feas.
¡Vamos a jugar!
No me haga cosas feas.

[tab=30]Yo tengo un amigo que me ama,
me ama, me ama.
Yo tengo un amigo que me ama;
su nombre eres ¡túuuuuuuu!

Qué noche más oscura, la conozco. Me quedo con la esperanza. Muy bien escrito.
Abrazos
Pilar

Buenas interrogantes para el desconcierto existencial. No existen respuestas, por supuesto. Todas las quejas son retóricas. A pesar de la extensión del poema y de algunas repeticiones, lo he leído con atención, con interés. Enhorabuena.

Un abrazo, poeta.
Óscar

Hermoso e interesante trabajo, amigo Pablo.
Abrazos.

Muy hermoso y rítmico.

Me quedo con esa luna que nos atrapa en cada noche.

Abrazos.

Muchas gracias a todos por las lecturas y los comentarios. En realidad no estoy seguro de que muchas de las líneas de este trabajo sean versos, no creo que tengan ritmo adecuado. Pero bueno, ahí lo dejo; fue uno de mis primeros intentos. Saludos.