Editorial Alaire

ESCOMBROS

Cuando una guerra acaba
se llama al desescombro.
Apremia hacerse cargo
del polvo y de las ruinas
(se ha de acopiar el fango
y el mar de vidrios rotos;
se asientan las fachadas
y los muros derruidos;
se cimenta,
se apuntala, por último,
se avientan las cenizas y los lodos).
Cuando una vida acaba (¡cuántas
más duras que una guerra!), ¿quién escombra
las lágrimas vertidas? ¿Quién las penas
que pesan en los hombros?
Quizá no acuda nadie
y, al ser de todos, permanezcan
disueltas en la tierra.
Ahora estoy pisando lo que muchos
han llorado; mañana lo harán otros
donde hoy lloran mis ojos.
Yo voy librando a cada instante
batallas que estoy dando
por perdidas.
Espero que algún día, quien me ame,
recoja esos escombros.


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Buena reflexión en un poema hermoso no exento de lirismo. Me ha gustado.
Abrazos
PIlar

José Manuel,

me gusta mucho, amigo. Tu poesía brilla a gran nivel, es estable en calidad y no defrauda. Tienes un ritmo interno ya muy afinado y afianzado, una voz propia trabajada y premeditada, esculpida orgullosamente.

Enhorabuena.
Abrazos.

Excelente y muy hermoso poema, José Manuel. Mis felicitaciones y abrazo amigo.

Sensible y honda reflexión despliegan tus versos querido amigo...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Jose Manuel, como siempre, es un acierto entrar en tus poemas.

Un abrazo, compañero.

Excelente poema para mi gusto. Tiene un contenido poderoso, en cuanto al tema de reflexión existencial. Poderoso y doloroso. Y tiene también una forma impecable, con un ritmo clásico que agrada al oído. Estoy de acuerdo con Pablo en la valoración que hace de tu poética. Se nota que el evolucionismo de Alaire ha aportado algo en ese logro. Enhorabuena.

Un abrazo, amigo.
Óscar

Un poema de muy altos vuelos.
Inmenso en su profundidad y en el manejo de todo tu talento, y tu visión.
Me alegra mucho haberte leido.
Abrazos y felicidad, amigo mío.

Amigos, muchas gracias por los comentarios.
Un abrazo.
J. Manuel