Yo Tarzán-poeta, tú Lolita Jane
Publicado: Mar, 03 Mar 2020 21:39
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En realidad era un poco creída y cabrona.
Pero el talento en el arte
de elegir la ropa
y la condescendencia habitual de la naturaleza
con la juventud
minimizaban esa pequeño inconveniente.
Era un febrero primaveral.
Y como todos los febreros:
los lindos pajaritos se comían a las lindas mariposas,
los lindos gatitos se comían a los lindos pajaritos,
las avispas ejercían de agentes secretos
(pues a ellas no les engañan las trampas
propias del cambio climático)
y la Humanidad, como suele pasar
en épocas de bienestar y paz contenida,
comenzaba a oler un poco a podrido.
Yo seguía asesinando a mi karma
a base de cerveza, fallidos negocios
y versos afilados.
Y como sucede una vez en la jodida vida,
aquel febrero, ella me dijo:
"¿jugamos a yo Jane con veintisiete
y tú Tarzán, ahogado de experiencia
y abrazado a la última liana de la selva?"
Y es que resulta que a veces
esa misma vida te chupa la oreja
con su lengua cosquilleante y sibilina,
y luego sigue hacia abajo,
funde tus circuitos,
hace que salgan margaritas de tu sombra,
estrellas fugaces de los ojos,
fresas sobre la incipiente desertización de tu piel;
y logra que ese típico sudor frío que te inunda
a ratos y sin avisar
se evapore como humo del mejor hachís
entre los viejos y agotados perales de tu recuerdo.
Y eso, querido amigo, despierta el apetito,
las ganas de estirar un poco más esa noche oscura
y tenebrosa (pero hoy clara
y llena de bonitas y revoltosas estrellas
viniéndose arriba)
Porque, de repente, llega Jane,
con su cuerpo de modelo,
con su piel fresca y reluciente,
su informal y húmedo des-peinado,
su insultante inconsciencia y explosión de vida,
(y ese vestido negro ultracorto y superajustado),
y te dice:
"Después de estar conmigo te podrás morir a gusto y feliz"
"Te importará un huevo que Trump vuelva a ganar las elecciones en USA"
"Te importará el otro que un puto virus chino acabe con media Humanidad"
"Yo enjuagaré todos y cada uno de los sinsabores y sinsentidos de tu mediocre existencia"
"Elevaré tu espíritu (y sin viagra) hasta el más lejano planeta
de la más recóndita galaxia"...
Y tú te lo crees.
o te lo quieres creer,
o no te lo crees
pero te importa dos cojones que sea mentira.
El caso es que Jane de veintisiete
asalta tu mundo desde la suela de tus zapatos
hasta el último pelo
de tu decadente y canoso
sucedáneo de tupé,
mientras te dice, relájate y disfruta.
Y luego tus allegados quieren saber
a toda costa más detalles,
y tú, ante su insistencia, se los cuentas.
y entonces tu jefe te coge manía,
y tu ex te deja de hablar,
y la panadera te sonríe lascivamente,
y tu madre dice al fin,
y tu sobrino dice ¡qué tío!,
y los morbosos de tus lectores piensan,
¡vaya mierda de poema!
... pero ya puestos, jóder,
escribe la segunda parte,
a ver cómo termina, ¿no?
___________
En realidad era un poco creída y cabrona.
Pero el talento en el arte
de elegir la ropa
y la condescendencia habitual de la naturaleza
con la juventud
minimizaban esa pequeño inconveniente.
Era un febrero primaveral.
Y como todos los febreros:
los lindos pajaritos se comían a las lindas mariposas,
los lindos gatitos se comían a los lindos pajaritos,
las avispas ejercían de agentes secretos
(pues a ellas no les engañan las trampas
propias del cambio climático)
y la Humanidad, como suele pasar
en épocas de bienestar y paz contenida,
comenzaba a oler un poco a podrido.
Yo seguía asesinando a mi karma
a base de cerveza, fallidos negocios
y versos afilados.
Y como sucede una vez en la jodida vida,
aquel febrero, ella me dijo:
"¿jugamos a yo Jane con veintisiete
y tú Tarzán, ahogado de experiencia
y abrazado a la última liana de la selva?"
Y es que resulta que a veces
esa misma vida te chupa la oreja
con su lengua cosquilleante y sibilina,
y luego sigue hacia abajo,
funde tus circuitos,
hace que salgan margaritas de tu sombra,
estrellas fugaces de los ojos,
fresas sobre la incipiente desertización de tu piel;
y logra que ese típico sudor frío que te inunda
a ratos y sin avisar
se evapore como humo del mejor hachís
entre los viejos y agotados perales de tu recuerdo.
Y eso, querido amigo, despierta el apetito,
las ganas de estirar un poco más esa noche oscura
y tenebrosa (pero hoy clara
y llena de bonitas y revoltosas estrellas
viniéndose arriba)
Porque, de repente, llega Jane,
con su cuerpo de modelo,
con su piel fresca y reluciente,
su informal y húmedo des-peinado,
su insultante inconsciencia y explosión de vida,
(y ese vestido negro ultracorto y superajustado),
y te dice:
"Después de estar conmigo te podrás morir a gusto y feliz"
"Te importará un huevo que Trump vuelva a ganar las elecciones en USA"
"Te importará el otro que un puto virus chino acabe con media Humanidad"
"Yo enjuagaré todos y cada uno de los sinsabores y sinsentidos de tu mediocre existencia"
"Elevaré tu espíritu (y sin viagra) hasta el más lejano planeta
de la más recóndita galaxia"...
Y tú te lo crees.
o te lo quieres creer,
o no te lo crees
pero te importa dos cojones que sea mentira.
El caso es que Jane de veintisiete
asalta tu mundo desde la suela de tus zapatos
hasta el último pelo
de tu decadente y canoso
sucedáneo de tupé,
mientras te dice, relájate y disfruta.
Y luego tus allegados quieren saber
a toda costa más detalles,
y tú, ante su insistencia, se los cuentas.
y entonces tu jefe te coge manía,
y tu ex te deja de hablar,
y la panadera te sonríe lascivamente,
y tu madre dice al fin,
y tu sobrino dice ¡qué tío!,
y los morbosos de tus lectores piensan,
¡vaya mierda de poema!
... pero ya puestos, jóder,
escribe la segunda parte,
a ver cómo termina, ¿no?
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), pero retoques aquí, retoques allá, al final me pareció que el resultado era interesante. Y sí, supongo que a veces la vida nos sorprende y nos da una alegría de alguna manera, (y si esa" manera" luce un des-peinado atractivo, mejor 
), aunque para ser sinceros, lamentablemente este relato poético es solo ficción 
. Un gran abrazo, amiga.