Editorial Alaire

Te observo con mirada de Ave Fénix,
a ti, árbol frondoso y solitario,
mas sé que eres feliz, así naciste,
y yo con mi aleteo subo y bajo.

Pero llegado el día señalado,
me tenderé, frente a tu tronco solidario
y exhalar´e mi último suspiro,
sobre el césped, donde te plantaron.

Ya sé que tu destino es más largo,
aunque también te irás avejentando
y el mismo suelo, que hoy te sostiene,
nos unirá mañana, en un abrazo.

Tengo la boca reseca, compañero,
por tantas noches silentes
en calabozos siniestros.

Nunca he conocido el miedo,
y con sangre de mis venas
escribiré sobre el viento
lo amargo de mi destino.

Cuando el falaz cautiverio
me hizo saber de tu muerte,
¡de la tuya!, compañero.

Hermoso trabajo, amiga Anita, donde cantas al gran maestro murciano. Quizá, en algunas estrofas, hayas dejado demasiada rima o demasiado junta.
Abrazos.

Rafel, acepto tu opinión, pero esta vez aclaro que , Miguel Hernández nació en Orihuela (Alicante). EL junto a Lorca, son mis preferidos, aun hoy después de casi 5 años, vienen en el otro foro que dejé, jóvenes a opinar sobre el poema que le dediqué. acaba así "Y es su legado excelso, inacabable en el tiempo. Hoy, como ayer y mañana". Un abrazo.

Me gusta este poema amiga mía.
Lo considero un punto de inflexión en tu poética.
La métrica y las asonancias hay que cuidarlas.
Pero a mí me importa más, y me gusta más este cambio evolutivo en tu pluma.
Abrazos y felicidad, amiga.