Editorial Alaire

Entre las horas muertas que me quedan
después de trabajar
habitan los fantasmas,
se visten de tus labios,
se dibujan en trazos diluidos de acuarela en todas las aceras,
en todos los graffitis de cualquier estación abandonada,
en algunas sonrisas de algunos niños pobres.

De regreso al lugar donde estuvo mi casa
rebusco en mi bolsillo unas monedas,
de sucia calderilla
que rechina al caer en un bote mugriento,
restauro las aceras a sus grietas y a sus hojas de otoño,
repinto los graffitis con sangre imaginaria de mis manos.

De regreso a mi excasa
en la puerta, el buzón me mira de solayo,
rebosa propaganda,

civicamente,
vuelco en la papelera hasta la última oferta.

Mi exhogar me recibe con la luz encendida,
mi principal consumo desde que me dejaste.

Contemplo el microondas esperando el pitido
para beberme un trago de una sopa de sobre
que caliente mi cuerpo.

Y después el silencio, hasta mañana.

Este poema me parece hermoso, interesante y bien escrito, pero en mi opinión le falta algo de "chispa". Pienso que el realismo poético, a falta de otros recursos poéticos, ha de trabajar más otros aspectos, como, por ejemplo el ingenio, la sorpresa, la potencia del mensaje, etc
Ya te digo, el poema no está mal, pero para mi gusto le falta algo.. Un abrazo.

Gracias, Luis M.
Sí, es un poema plano, así es muchas veces la rutina del silencio. Pero estoy segura de que es posible sacarle mayor partido en manos de un buen poeta.
Un abrazo.

Teresa Santiago escribió:Entre las horas muertas que me quedan
después de trabajar
habitan los fantasmas,
se visten de tus labios,
se dibujan en trazos diluidos de acuarela en todas las aceras,
en todos los graffitis de cualquier estación abandonada,
en algunas sonrisas de algunos niños pobres.

De regreso al lugar donde estuvo mi casa
rebusco en mi bolsillo unas monedas,
de sucia calderilla
que rechina al caer en un bote mugriento,
restauro las aceras a sus grietas y a sus hojas de otoño,
repinto los graffitis con sangre imaginaria de mis manos.

De regreso a mi excasa
en la puerta, el buzón me mira de solayo,
rebosa propaganda,

civicamente,
vuelco en la papelera hasta la última oferta.

Mi exhogar me recibe con la luz encendida,
mi principal consumo desde que me dejaste.

Contemplo el microondas esperando el pitido
para beberme un trago de una sopa de sobre
que caliente mi cuerpo.

Y después el silencio, hasta mañana.

Te cuento que me pareció el poema, Teresa:

El tema es bastante típico, me pareció un poco a un videoclip de la típica canción de pop de desamor hecha poema. Aunque eso no sea malo, personalmente me parece que mejoraría si en lugar de ser tan narrativo agitara un poco más las cosas y se internara más en lo interior, en lugar de quedarse en ese recorrido de cosas banales que se ven y se hacen y en las que no hay atisbo de nada más que las acciones que se describen en si mismas.

Por otro lado, y haciendo referencia al realismo poético del que habla Luis en su comentario, a mí pareció que el estilo en el que se escribió está un poco forzado (a lo mejor me equivoco), como si estuvieras haciendo una prueba a ver como te sientes con esa voz, como si estuvieras probándote una ropa muy distinta de la que usarías habitualmente para ver cómo te ves y te sientes, y por la falta de costumbre moviéndote con poca soltura. Esa sensación de falsa apariencia me hizo sentir más lejos del poema y lo que se transmitía.

Finalmente, pero no menos importante, lo que más me gustó del fue esa idea del "exhogar", de la "excasa". La encontré bastante ingeniosa.

Muchas gracias por compartirlo, espero que el comentario te sea de ayuda.

Un abrazo.