Tú, yo y ellos
Publicado: Vie, 21 Feb 2020 19:52
En el ayer está la marca que nos nutre,
en tu cuerpo, en el mío y el de aquel.
La mañana se hace eco y te enamora,
como a mí, como a ti, como a él,
porque no hay fe sin creencia,
yo creo, como tú, quizás como el que calla.
Las tardes se hacen largas,
como se me hace el incómodo silencio,
¿acaso lo oyes? ellos tampoco.
En la vereda se pasea, se recuerda,
y yo creo vivir en el pasado,
tal vez estés allí y aquellos también,
pero es tan difícil dilucidar la realidad
que me envuelvo en hábitos irreales.
Así te veo casi siempre,
como lo veo a él entre la niebla.
Cuando vuelvo al presente,
dibujo una senda,
la que me ha de llevar al futuro,
la que podré compartir si quieres,
esa que será la envidia de los apartados,
de ellos, de aquellos, de los que nunca hablan.
Al final, mi futuro está escrito,
la senda es tan ficticia como real es mi movimiento,
tú sigues a mi lado,
aquellos, los más lejanos, nosotros y también ellos.
Las tardes se nos hacen largas,
las mañanas oscuras,
y las noches desiertas
como el silencio eterno de nuestra hacienda.
Todos somos diferentes,
lo hemos sido, lo seremos, lo yacemos,
más nos cubre la misma manta, el mismo suelo.
en tu cuerpo, en el mío y el de aquel.
La mañana se hace eco y te enamora,
como a mí, como a ti, como a él,
porque no hay fe sin creencia,
yo creo, como tú, quizás como el que calla.
Las tardes se hacen largas,
como se me hace el incómodo silencio,
¿acaso lo oyes? ellos tampoco.
En la vereda se pasea, se recuerda,
y yo creo vivir en el pasado,
tal vez estés allí y aquellos también,
pero es tan difícil dilucidar la realidad
que me envuelvo en hábitos irreales.
Así te veo casi siempre,
como lo veo a él entre la niebla.
Cuando vuelvo al presente,
dibujo una senda,
la que me ha de llevar al futuro,
la que podré compartir si quieres,
esa que será la envidia de los apartados,
de ellos, de aquellos, de los que nunca hablan.
Al final, mi futuro está escrito,
la senda es tan ficticia como real es mi movimiento,
tú sigues a mi lado,
aquellos, los más lejanos, nosotros y también ellos.
Las tardes se nos hacen largas,
las mañanas oscuras,
y las noches desiertas
como el silencio eterno de nuestra hacienda.
Todos somos diferentes,
lo hemos sido, lo seremos, lo yacemos,
más nos cubre la misma manta, el mismo suelo.