Editorial Alaire

Desbordé el relicario
con cien lágrimas de luna

Anude tu corpiño a mi garganta
como axioma de lo evidente

Quise bordear el requiebro
Que como fiel amante te lanzaban

Te diluiste entre mis dedos
como la bruma que capitula ante el amanecer


La caridad es tan solo
el refugio impenitente de mis sentidos

Poesía cada día profano la mácula de tu figura
con esta catarata de malos versos

Hola, Jesús. En primer lugar te recomendaría que cuidaras el asunto de los acentos porque en el primer verbo de los dos primeros versos, no queda claro si es un subjuntivo o un preterito perfecto, con lo que cambia definitivamente el sentido del poema. Por lo demás, no termines hablando de tus malos versos porque puedes dejar al lector con esa cantinela.

Un saludo con afecto.

Jesús, un placer grande estar en tus versos.
Un abrazo para ti.