Ata-duras
Publicado: Jue, 13 Feb 2020 14:51
Teorizar la realidad es como comerse un tenedor.
El alimento no llega al corazón.
Puede que transite por las venas más cirquenses,
trapecistas que penden de una cuerda.
Cuerpo, ¿adónde vas tú a parar?
¿ A los ciegos halógenos del sino?
La duda hay que cogerla con pinzas,
para evitar que un suelo transparente se convierta en un sueño trascendente.
A veces los espejos son menos reveladores que la carne,
ya que en ellos se yergue el tiempo,.
Existir se convierte en necesario para esta partitura.
De una pieza macabra se puede armar un puzzle.
Basta con esconder esos rincones donde el alma se vuelve cada vez más polvorienta.
Los recursos del hombre frente al tiempo consisten en mirarlo desde atrás.
Cada uno de nosotros, desarmando limpidez.
Vivir al revés.
La existencia es tan solo una herramienta, guardada en una caja, oxidada, ferruginosa y relegada al ostracismo.
Es entonces, cuando el hombre se cubre de conciencia.
Y también resopla en su nuca el eco de sus palabras.
El alimento no llega al corazón.
Puede que transite por las venas más cirquenses,
trapecistas que penden de una cuerda.
Cuerpo, ¿adónde vas tú a parar?
¿ A los ciegos halógenos del sino?
La duda hay que cogerla con pinzas,
para evitar que un suelo transparente se convierta en un sueño trascendente.
A veces los espejos son menos reveladores que la carne,
ya que en ellos se yergue el tiempo,.
Existir se convierte en necesario para esta partitura.
De una pieza macabra se puede armar un puzzle.
Basta con esconder esos rincones donde el alma se vuelve cada vez más polvorienta.
Los recursos del hombre frente al tiempo consisten en mirarlo desde atrás.
Cada uno de nosotros, desarmando limpidez.
Vivir al revés.
La existencia es tan solo una herramienta, guardada en una caja, oxidada, ferruginosa y relegada al ostracismo.
Es entonces, cuando el hombre se cubre de conciencia.
Y también resopla en su nuca el eco de sus palabras.