Editorial Alaire

...

Un domingo cualquiera
el político dispone sobre la muerte normalizada.
El general invade.

Occidente se excusa.
Oriente se exculpa.

Occidente se pudre a tanto por ciento el ladrillo.
Oriente se pudre a tanto por ciento el paraíso.

El mentor repone conciencias adulteradas.
El clérigo vende violaciones santificadas.

Occidente se exculpa.
Oriente se excusa.

La mujer sangra,
el hombre llora,
y los conejos salen a campo abierto a contar estrellas.

...

Ignacio Mincholed escribió:...

Un domingo cualquiera
el político dispone sobre la muerte normalizada.
El general invade.

Occidente se excusa.
Oriente se exculpa.

Occidente se pudre a tanto por ciento el ladrillo.
Oriente se pudre a tanto por ciento el paraíso.

El mentor repone conciencias adulteradas.
El clérigo vende violaciones santificadas.

Occidente se exculpa.
Oriente se excusa.

La mujer sangra,
el hombre llora,
y los conejos salen a campo abierto a contar estrellas.

...

Ignacio el ingenio para la creaciòn se ha desplegado. El poema todo, el final especialmente. Siempre es grato reencontrarte en letras, un abrazo, Luna.-

La idiosincrasia y el deleite.
Incompatibles.
Has arado dos surcos y has desdoblado muy bien ambas percepciones, instintos.
Abrazoss.

En este mundo todos somos (o nacemos) básicamente iguales, luego las circunstancias de la vida nos "invitan" y/o casi nos obligan a ir en una dirección determinada. Y encima, lo peor es que a menudo hasta acabamos creyendo legítima y correcta esa dirección.
Haríamos bien en contar estrellas junto a los conejos.

Me gustó tu poema, Ignacio. Mis felicitaciones y abrazos, amigo.

La cualidad de la abundancia en los conejos frente a la gruesa cáscara del género humano, repetidor de banderas y divisiones...

Me ha gustado, Ignacio; gracias por estar.

Luna de Nos escribió:

Ignacio Mincholed escribió:...

Un domingo cualquiera
el político dispone sobre la muerte normalizada.
El general invade.

Occidente se excusa.
Oriente se exculpa.

Occidente se pudre a tanto por ciento el ladrillo.
Oriente se pudre a tanto por ciento el paraíso.

El mentor repone conciencias adulteradas.
El clérigo vende violaciones santificadas.

Occidente se exculpa.
Oriente se excusa.

La mujer sangra,
el hombre llora,
y los conejos salen a campo abierto a contar estrellas.

...

Ignacio el ingenio para la creaciòn se ha desplegado. El poema todo, el final especialmente. Siempre es grato reencontrarte en letras, un abrazo, Luna.-

Doble sorpresa. Tu poema y tu comentario, me alegra leerte.

Gracias, Luna, un abrazo.
Ignacio

Leo tu poema como un duro sarcasmo a esta realidad que nos encierra en sus caprichos de poder y de los cuales no podemos escapar, o sí: uniéndonos a la revolución de los conejos

Siempre esas propuestas originales que intentan abrir nuevos caminos creativos.

Te felicito a ti, gran Ignacio.

Realidades que se clavan en el palpitar del alma que sensible desahoga la herida... bellos versos querido amigo...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Es un poema de cable a tierra que luego se eleva gracias al talento poético, y lo vuelve un valioso documente de nuestro tiempo. Lo considero un poema de denuncia geopolítica, así como un poemazo de alto vuelo. Esta simbiosis, rara por cierto, alcanza un maridaje perfecto que a mí me ha emocionado. Aleluya.

Un abrazo fuerte, amigo.
Óscar

Así anda el mundo entre orientes y occidentes, compañero. Habrá que llevar un ladrillo siempre, como decía Bertol Brecht, en el bolsillo para reconocernos y reconstruirnos a campo abierto.
Genial el poema, al menos para este campestre que observa y sigue aprendiendo de los conejos y otras especies.
Un abrazo, Ignacio.

Me encanta tu originalidad y tu ironía al tratar un tema tan duro pero tan real.
Me gusta mucho.
Un abrazo

Ricardo López Castro escribió:La idiosincrasia y el deleite.
Incompatibles.
Has arado dos surcos y has desdoblado muy bien ambas percepciones, instintos.
Abrazoss.

Muy amable Ricardo, gracias por la nota.

Un abrazo.
Ignacio

Original forma de mostrar el mundo en versos logrados. También me apunto a contar estrellas con los conejos.
Me gustó leerte.
Abrazos
Pilar

Un excelente documento-poético, inmejorable en la dirección en que lo envías. Qué razón se te ha ocurrido por ser poeta de alto vuelo.

Desde la soledad de mi isla, un fuerte abrazo, amigo mío.

José Manuel F. Febles

Muy logrado este poema de contrastes, no exento de una dosis de ironía, pero que ciertamente se manifiesta muy real.
Me ha gustado pasar por tu letras, Ignacio.

Un abrazo.