Editorial Alaire

Eres poesía viva
en tus ojos la inocencia,
de tus manos penden lirios
tus labios, son dos promesas.

¡Ay mi adorada princesa!
si tu alma no cediera,
si el tiempo fuera de gloria
si la aflicción no existiera.

No serías de este mundo
sino ángel o quimera,
ni la rosa moriría
en tu eterna primavera.

Pero ahora eres cisne
que cautiva y embelesa,
y se cumple en tí el milagro
de aquel amor...sin fronteras.

Si conserváramos aquella inocencia.

Me gustó tu poema, amiga Anita, con su texto sencillo y profundo.
Y con un verso final que lo corona: Si conserváramos aquella inocencia..

Un abrazo.

Si es posible catalogar este tipo de poemas, yo diría que podría encontrarse dentro del grupo denominado "Poesía naif", valorada en su justa medida. Enhorabuena.

Un saludo de amistad.
Óscar

Amigo Distéfano, naif me suena a infantil, y para nada pretendo serlo, sino que amo el verso, y el mensaje es claro, empezamos a sufrir, cuando dejamos atrás la infancia, creo que es bastante potente lo que digo, como para considerarlo naif. Saludos

Gracias Gustavo, has comprendido a la perfección el contenido de este poema. Un abrazo