Editorial Alaire

Y tú
—brazo de reja herida—
acunada a mi ventana,
tú eres campana amarga,
plegaria de pajarillo.

Casi nada,
una ventana abierta inalcanzable.
Seguro que detrás está la vida
—de puntillas—
llega el aire
y todo está dispuesto para ver.

La viuda bajo cada ventana abierta
se muere deprisa.
El azar, de un manotazo
convierte en recuerdo la piedra,
tan humana.

El quejido dolido
tiene un límite rociado de esperanza,
un apego antiguo
que trasciende y rompe
la inequívoca acción de darse muerte.

Me ha encantado tu poema y me encanta tu poesía.
Abrazos.
Jerónimo

Me ha encantado, Ana, un poema profundo y a la vez equilibrado. Muchos abrazos.

¡Qué buen poema Ana! Tú, que eres tan buena en la narrativa, has logrado desapegarte completamente de la función meramente referencial del lenguaje, para entrar en la estríctamente poética mediante una estructuración de la obra en versos que son tal, no frases cortadas como otras veces te he comentado; también con la utilización profusa de figuras de gran voltaje lírico: buenas metáforas e imágenes que conmueven y hacen mella en el lector, que tiene que realizar a su vez un esfuerzo creativo.
En cuanto al contenido te diré que me gustó mucho porque, ya harto de tanto lloro y tristeza por la desdicha, veo que la vida surge a borbotones detrás de cada verso tuyo.
Un abrazote

Buen poema, Ana, me ha gustado mucho. Felicidades.
Abrazos
Pilar

Jerónimo, Marius, Pilar, gracias por vuestras palabras que suponen un gran estimulo para seguir en la brecha.
Un abrazo enorme, compañeros.

Ya sabes Miguel que tu ayuda para que yo avance es impagable.
Cada vez que te muestro un poema (que para mí ya está terminado) y tú, cuyo perfeccionismo centrado en ti mismo, me dices de forma tranquila: "vas por buen camino"; yo me vuelvo a mi rincón de pensar y sigo dando mil vueltas a algo que parecía terminado. Y es ahí cuando me doy cuenta de lo que sobra:
—En poesía menos es más —me dices.
La última revisión nunca te la muestro para que tenga algo de sorpresa. Y para que yo me sienta feliz con tu comentario.
Tú, Miguel, eres el culpable que que yo escriba,
Un besazo.

Me ha gustado mucho, Ana; la división del mundo, la reja herida, el brazo que lucha con los susurros del miedo. La muerte azotando espacios y cargándose el dulzor de la medianoche.

Es un trabajo muy rico en significantes, muy bien dispuesto para la energía poética.

Felicitaciones sinceras; un abrazo.

Ana García escribió:Ya sabes Miguel que tu ayuda para que yo avance es impagable.
Cada vez que te muestro un poema (que para mí ya está terminado) y tú, cuyo perfeccionismo centrado en ti mismo, me dices de forma tranquila: "vas por buen camino"; yo me vuelvo a mi rincón de pensar y sigo dando mil vueltas a algo que parecía terminado. Y es ahí cuando me doy cuenta de lo que sobra:
—En poesía menos es más —me dices.
La última revisión nunca te la muestro para que tenga algo de sorpresa. Y para que yo me sienta feliz con tu comentario.
Tú, Miguel, eres el culpable que que yo escriba,
Un besazo.

Gracias Ana por estas bellas palabras que me dedicas, pero la fuerza fuerza, la necesidad, el arte, los tienes tú.
Es un regalo tenerte cerca.
Un besazo

Tan bello como interesante trabajo, amiga Ana.
Abrazos.

El mundo visto desde el tejido de la tela de araña, que pareciendo débil seda, hila migrañas, enreda y atrapa. Parece que mira la vida sin interés. ¡Qué joia!
Eres muy buena lectora, Hallie, y se agradecen tus buenos comentarios.
Un abrazo.

Muchas gracias, Rafel, ahí me ves lidiando con la araña.
Un abrazo.

Ha sido un placer pasar por tus letras llenas de lirismo y con estilo nada convencional que me ha gustado mucho.

Te saludo con afecto y espero seguir leyendo tus trabajos posteriores

Saludos

Javier

Un poema magnífico, Ana, que nos impacta contra una dura realidad

Hay partes para enmarcar:

"llega el aire
y todo está dispuesto para ver.

La viuda bajo cada ventana abierta
se muere deprisa.
El azar, de un manotazo
convierte en recuerdo la piedra,
tan humana"

Todo un placer de lectura.

Un bico.

Espero, Javier, que te sientas a gusto entre mis poemas. Agradecida por tus palabras.
Un abrazo.

Qué bueno sentir que mis versos son una pintura. Gracias por tus palabras, Ferreiro.
Otro beso para ti.