Editorial Alaire

La ves...

... en ese pasillo,
entre la sección de productos de limpieza
y la de comida para mascotas.
No estás seguro,
quizás ella tampoco;
y hasta te cuesta recordar su nombre.
Su lugar en tu cerebro,
un aula vacía: -el sol de mediodía
mordiendo las ventanas,
y como patética excusa: unos apuntes
olvidados en una supuesta carpeta
en un supuesto rincón de un pupitre.

Lo siguiente: una falsa improvisación
en forma de invitación para echar
un partido de tenis
(su chándal te dio la pista)
Luego, unas cervezas pospartido
y un beso en la prórroga
bajo el marcador siempre
amañado, en aquellos días, de la luna-

Se acerca a ti y entabláis conversación.
Dos vidas en diez minutos.
Su historia: dos niños con su mismo color de ojos
y su misma nariz,
una excedencia, algún roto incosible
y un par de arrugas delatoras.
La tuya: cuatro verdades a medias,
varias sonrisas al techo
más una docena de silencios
bajo llave y con colmillos.

Tu memoria empieza a funcionar
a destajo, ese gesto...
y comprendes por qué aquella excusa
en aquel aula. Pero da igual,
no es la primera vez que te ocurre
(seguro que tampoco la suya)
Y es que a veces la vida, cabrona
como ella sola, en pleno centro comercial,
te lleva a la sección de hipotéticas existencias
u otras dimensiones.

Y entonces, en esos momentos,
solo te salva una de esas oxigenantes
risas de entreacto,
uno de esos silencios
establecidos con la mirada
(siempre de mutuo acuerdo),
o una llamada,
(siempre más que oportuna)
en el insensible móvil

japonés de última generación.

___________

Un poema actual, querido amigo, que me ha encantado en su totalidad. A veces se nos escapa la vida entre los dedos, y a veces hay momentos como los que evocas, que merecen ser recordados. Menos mal que la soledad nunca apaga su móvil, en mi caso. Mis abrazos.

Un paseo bien escrito por los recuerdos que se leen con agrado buscando un final que sorprende gratamente. Me gustó leerte.
Abrazos
Pilar

Un agradable poema escrito en un lenguaje bien moderno. Realmente, parece un paseo urbano sui generis. Sin embargo, también se visualiza el lado humano de la temática. Salud.

Un abrazo.
Óscar

Tu poesía es distinta. Sorprende y estimula. Me hace bien pasar por ella, me aporta nuevas visiones.
Un abrazo, amigo.
J. manuel

Es un poema muy rico en transmisión, Luis. La teoría de las cuerdas asomada al suelo terrenal de un supermercado, entre dos personas millares de segundos desploman la memoria... y hasta la más valiente de las supernovas quedaría muda ante la humanidad presente.
El hombre y su móvil (casi convertido en un yo desechable).
El poema afianza la imagen de ella (con hijos, con desenlaces y piel vivida) frente a él (arremetido por la fuerza de su pensamiento, por la frialdad del aire, por la sensibilidad que lo hace convulsionar).

Gracias por compartir, amigo; abrazos

Tu memoria empieza a funcionar
a destajo, ese gesto,
y comprendes por qué aquella excusa
en aquel aula. Pero da igual,
no es la primera vez que te ocurre
(seguro que tampoco la suya)
Y es que a veces la vida, cabrona
como ella sola, en pleno centro comercial,
te lleva a la sección de hipotéticas existencias
u otras dimensiones.

Otra de las magníficas muestras de ese estilo tuyo de tiempos y espacios cotidianos, urbanos donde nos encontramos con una realidad que nos golpea, bebiéndola, tocándola.
Tú dices muchas veces que tu no buscas el lirismo al uso, que quieres huir de los transcendental; qué ma´s transcendencia que la propia vida agarrada por los güevos.
Esta vez es la memoria la que en manos del poeta, fantasea y mitifica esa cotidinidad y la transciende.

Un abrazo, amigo Luis.

Hola, Luis. Me ha gustado bastante este trabajo. Saludos.

Querido amigo, refrendo los buenos comentarios que ha recibido tu poema. Tiene tu impronta y buen hacer, tu sensibilidad.
Leerte ha sido disfrutar y rememorar.
Un abrazo grande

Luis

También yo adhiero a los comentarios elogiosos para tu poesía con sello propio.

Un abrazo

Hace unos días yo tuve una experiencia, más o menos parecida,
sólo que en mi caso no me quedó ni un verso útil,
lo que sí me quedo claro es que los años no parecen haber pasado por él,
se mantiene en forma y conserva la misma sonrisa
del que es feliz con su puta suerte;)
Igual algún día se me ocurre algo para dejar en algún poema,
pero de momento me quedo en el tuyo y disfruto de la buena poesía.
Un placer, Luis,estás que te sales del universo;)

Marius Gabureanu escribió:Un poema actual, querido amigo, que me ha encantado en su totalidad. A veces se nos escapa la vida entre los dedos, y a veces hay momentos como los que evocas, que merecen ser recordados. Menos mal que la soledad nunca apaga su móvil, en mi caso. Mis abrazos.

Pues sí, Marius, la vida se nos escapa entre los dedos, y un día cualquiera una sencilla situación nos hace pensar tonterías
Me alegra mucho que te gustara este poema, querido amigo. Un gran abrazo.

Pilar Morte escribió:Un paseo bien escrito por los recuerdos que se leen con agrado buscando un final que sorprende gratamente. Me gustó leerte.
Abrazos
Pilar

Gracias, Pilar. Abrazos, amiga.

Óscar Distéfano escribió:Un agradable poema escrito en un lenguaje bien moderno. Realmente, parece un paseo urbano sui generis. Sin embargo, también se visualiza el lado humano de la temática. Salud.

Un abrazo.
Óscar

Sí, Óscar, se puede definir como un paseo urbano con fondo humano. Gracias, compañero. Un abrazo.

jose manuel saiz escribió:Tu poesía es distinta. Sorprende y estimula. Me hace bien pasar por ella, me aporta nuevas visiones.
Un abrazo, amigo.
J. manuel

Muchas gracias, Jose Manuel. Un abrazo amigo.