Editorial Alaire

Caminaba por la calle cuando una extraña me propuso un juego. Se trataba de que pensase cuales creía yo que habían sido mis vidas anteriores. Sin dudarlo un segundo:
*Ciega medieval o juglar.
*Monja amanuense o escriba en un castillo enorme, y
*bufón de la corte.
Sin ponernos muy freudianos podemos deducir algunas cosas. La primera es que me va el rollo medieval; la segunda es que si mi destino continúa marcado por la suerte de los ya vividos, no me espera una vida de lujo y placer (otra vez será); la tercera y, la única que viene a cuento, es que todas ellas gozaron con palabras.
Cuando la mano comienza a moverse se siente algo que fuera de ahí no existe.
Cuando se desencadenan las palabras y obedecen, todo lo de fuera es vacío.
Te sientes capaz de reclamar el mundo y una llanura en el espacio.
Te sientes lejos de la mezquindad, de la vileza, de la prepotente vulgaridad que campa por tu vida.
Ayudadme a continuar el camino marcado por mis anteriores encarnaciones, contratadme como negra. Aporto currículum a vuelta de poema.

Los poemas de amor nunca son frágiles y este lleva enzimas de amor propio deseables y necesarias.
También es muy lúdico, serio (aunque no lo parezca) y arriesgado en las formas.

Me ha gustado llevarme el cero; abrazo y felicidad.

Un poema muy interesante por su originalidad, Ana:

Cuántas vidas habrán determinado la que ahora tenemos. Misterio insondable difícil de resolver...

Un abrazo
Felicidades
Ana

Necesitaba una pizca de ironía para no ser tan frágil el poema. Yo creo que el amor nos vuelve gilis (con perdón de la palabra) y muy frágiles.
Gracias por tus palabras, Hallie.
Un abrazo.

Y sin irnos tan lejos, Ana. Somos un cúmulo de experiencias, de momentos, de elecciones (malas y buenas), de gente que nos rodea...
Un amigo mío me dijo que en la siguiente vida quería ser una lechuga. Puf, claro que no me explicó la variedad ni el lugar. Y, sin embargo, vi que su vida había sido muy dura cuando lo que desea es no ver, no hablar (ya habla muy poco) y no oír nada de nada.
¿Qué cosas, eh?
Muchas gracias por tus palabras.
Un abrazo.

Me gustó el poema, Ana, me gustó mucho la manera formal, cómo lo presentas, original y certero.

Un abrazo.

Ana García escribió:

Voy cantando dentro del ser
voy al día triangular de tu ida
voy rociando mi cuerpo, donde
yo me sienta bien
voy al sonido horizontal
de la noche.

Caminaba por la calle cuando una extraña me propuso un juego. Se trataba de que pensase cuales creía yo que habían sido mis vidas anteriores. Sin dudarlo un segundo:
*Ciega medieval o juglar.
*Monja amanuense o escriba en un castillo enorme, y
*bufón de la corte.
Sin ponernos muy freudianos podemos deducir algunas cosas. La primera es que me va el rollo medieval; la segunda es que si mi destino continúa marcado por la suerte de los ya vividos, no me espera una vida de lujo y placer (otra vez será); la tercera y, la única que viene a cuento, es que todas ellas gozaron con palabras.

¿Dónde se fue el aire?
A la duda de lo amargo
¡Dónde se fue mi vida?
Donde la vida nace con el instante
¿Dónde se fue el pasado?
Al horizonte perdido.

Cuando la mano comienza a moverse se siente algo que fuera de ahí no existe.
Cuando se desencadenan las palabras y obedecen, todo lo de fuera es vacío.
Te sientes capaz de reclamar el mundo y una llanura en el espacio.
Te sientes lejos de la mezquindad, de la vileza, de la prepotente vulgaridad que campa por tu vida.

Dónde nace la vida cada mañana
—Inquieta, dulce o atemporal—
alas de mariposas con colores de luciérnagas,
pétalos de rosas, crisantemos dormidos
albores de luna son;
preñados nacieron (universos).

Ayudadme a continuar el camino marcado por mis anteriores encarnaciones, contratadme como negra. Aporto currículum a vuelta de poema.

Es muy bello el poema en su conjunto y, para mi, un gran acierto el dejar fuera de tu nómina de vidas anteriores a los trovadores...
Un abrazo

Tu poema aporta originalidad y tu visión de la vida ya el amor. Con ideas profundas nos descubres verdades,
Me gustó pasar por tus hermosos versos.
Abrazos
Pilar

Israel, Xaime, Pilar, agradezco vuestras palabras que me animan en estos momentos.

Un fuerte abrazo, compañeros.