Editorial Alaire

Me encantan los juguetes,
sobre todo si son grandes y azules.
No me gusta el regalo de tía Luisa,
—nada de nada—
es pequeño y rosa.
¡Rosa!
Yo soy un hombre.

He intentado romperlo
pero mamá no me deja,
dice que a caballo regalado
no le mires el diente,
a veces no la entiendo,
—papá tampoco—
¡esa cosa no es un caballo!

Algunos días me lo quedo mirando,
pensando qué puedo hacer con él,
—o mejor dicho—
¿cómo me puedo deshacer de él?
Y, ¿dónde quedará la Conchinchina?

Mamá dice que su hermana está loca,
que con tal de viajar,
es capaz de llegar hasta donde
Cristo perdió sus zapatillas.

Tengo que guardar las apariencias
y ser agradecido
en la cena de navidad.
A papá le va a dar algo
si sigue en el suelo riéndose…
¡A qué se lía?

No me gusta el regalo
y hoy, por fin,
he conseguido deshacerme de él.

Mamá lo tiró a la basura.
Dice que no se puede tener guardado
en la taza del water.
Tía Luisa no debe conocer la norma:
De casa se sale con todo hecho.

Lo peor del caso es que, aún después de crecer,
algunos siguen sin valorar todo aquello que es pequeño y rosa...
otros, aún sin entenderlo del todo, hemos aprendido a quererlo.
Me encanta la picardía de tu enigmático poema. Un abrazo.

Pocas veces -no recuerdo ninguna- me han regalado algo que no me gustase. Será que soy muy conformable o que no he tenido muchos regalos. Me ha gustado lo que cuentas y como lo cuentas.
Un abrazo.
Pepa

Una forma original y graciosa de recibir y guardar el regalo que tan poco entusiasmo produce. Me gustó leerte.
Abrazos
Pilar

Qué buena tu frase, Arturo:
Lo peor del caso es que, aún después de crecer,
algunos siguen sin valorar todo aquello que es pequeño y rosa...

Yo soy chica y nunca me gustaron las cosas rosas. Creo que hoy día ya no hay tanta distinción de sexos en los regalos. ¡Menos mal!
Hice feliz a mis primas, durante algunos años,pq recibían las muñecas que me daban a mí. Que esa es otra parte que quería resaltar: a veces hacemos regalos pensando en lo que nos gustaría a nosotros recibir y creo que es un error.

Gracia por tu comentario.
Un abrazo.

Muchas gracias por tus palabras, Josefa. Yo sí que recuerdo regalos que no me gustaron: las muñecas que he nombrado antes, por ejemplo. Espero no parecer desagradecida ya que otras niñas gozaron con esas cosas.
Yo disfruto con tu compañía en este poema, ese es mi regalo de hoy. Muchas gracias por el comentario.
Un abrazo.

Los niños tienen mucha imaginación, y creo que era un buen sito para guardar algo. Recuerdo que de pequeña, mi madre insistía mucho en que fuéramos al baño antes de salir de casa y, de ahí salió la idea.
Gracias por tus palabras, Pilar.
Un abrazo.

No podré agradecerte nunca Ana, a través de tus escritos y conversaciones, lo que me ayudas a sentir que la palabra es algo más que un saludo. Tampoco lo que me haces reír, como éste es el caso, con esa imaginación que tienes. Es un microrrelato navideño genial, en el que demuestras tus dotes artísticas para descubrir la percepción del mundo que viven algunas personas. Es una forma de amplificar nuestro conocimiento y hacernos más cercanos al hombre. Todo un placer de lectura.
Un besazo

Con este trabajo navideño, dechado de ingenio y perspicacia narrativa, es decir, una reseñable creación literaria, aprovecho para desearte, amiga Ana, una feliz Navidad y un próspero Año Nuevo.
Abrazos.

Genial poema. Podría ser el comienzo de un guion de cine.

Hay que escribir carta... jajaja... Si no... te regalan lo que les gusta a ellos no a ti.

Me encantan tus poemas, Ana. Eres buena escribiendo y muy original.

Felices fiestas
Besos a montones
Ana

La palabra es un regalo, Miguel. Para mí es mejor que el oro. ¡Qué buenos momentos. sí señor! Para perder el miedo a la palabra hemos jugado con ella y lo que nos queda por jugar.
Gracias por tus palabras.
Un besazo.

Te deseo lo mismo, Rafel. Espero que la siembra del 19, te depare buenos frutos en el 20.
Un abrazo.

Tú sí que sabes, Ana. Se lo diré al niño para que lo tenga en cuenta, pero supongo que crecerá muy rápido y ya ni carta. Directo a Amazon, jajaja.
Gracias por tus palabras.
Un beso.

Hondo mensaje en chispeantes versos querida amiga... felices fiestas!
Te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Felices fiestas, amiga Ana. Gracias por el hermoso regalo de tu canto.
Un abrazo

Espero que los reyes magos os hayan dejado más poemas, en el tintero, para disfrutar de vuestras lecturas.
Gracias, Lunamar, Xaime, por leerme y comentar.
Un abrazo para ambos.