Los acasos
Publicado: Jue, 19 Dic 2019 17:44
¿Acaso los poetas necesitan de la lluvia
para dejarse embaucar por la dulce
erosión de otros silencios?
¿Aún sueñan con laurel y con incienso?
¿Acaso ocultan un crimen sus manos
manchadas de impalpable tinta?
En su maleta, un feliz poema,
la carta esférica de un vacilante mundo
que, apenas, los contempla con su ojos vacíos.
¿Acaso las aves no conocen del viento
la leve gravedad y la transparente furia
en la vigorosa fuerza de sus alas?
Cometas surcando a tientas entre los pliegues
del aire; un solo cuerpo que ya fuera otoño
aún a la cálida tersura de la verde primavera.
¿Acaso la mansedumbre de las aguas
presagia un tiempo de trágico destino?
Si el tiempo existe, yo no logro acallarlo:
lo escucho ciegamente en la corriente de los ríos,
lo percibo en el argentado sahumerio de la luna,
lo sorprendo en el paisaje enmascarado de silencio
que hubo de acoger mil tempestades.
Hasta mi voz, pasando delante de tus ojos,
es ahora sombrío silencio.
Acaso nunca hemos vivido
y solo hemos soñado que vivíamos.
Acaso sea el momento de desechar
la incertidumbre de lo probable
y aferrarnos a la certeza de lo imposible.
para dejarse embaucar por la dulce
erosión de otros silencios?
¿Aún sueñan con laurel y con incienso?
¿Acaso ocultan un crimen sus manos
manchadas de impalpable tinta?
En su maleta, un feliz poema,
la carta esférica de un vacilante mundo
que, apenas, los contempla con su ojos vacíos.
¿Acaso las aves no conocen del viento
la leve gravedad y la transparente furia
en la vigorosa fuerza de sus alas?
Cometas surcando a tientas entre los pliegues
del aire; un solo cuerpo que ya fuera otoño
aún a la cálida tersura de la verde primavera.
¿Acaso la mansedumbre de las aguas
presagia un tiempo de trágico destino?
Si el tiempo existe, yo no logro acallarlo:
lo escucho ciegamente en la corriente de los ríos,
lo percibo en el argentado sahumerio de la luna,
lo sorprendo en el paisaje enmascarado de silencio
que hubo de acoger mil tempestades.
Hasta mi voz, pasando delante de tus ojos,
es ahora sombrío silencio.
Acaso nunca hemos vivido
y solo hemos soñado que vivíamos.
Acaso sea el momento de desechar
la incertidumbre de lo probable
y aferrarnos a la certeza de lo imposible.