El nombre del Laúd / A Pilar
Publicado: Lun, 16 Dic 2019 2:14
El nombre del Laúd
A Pilar Morte
En las cuerdas de un laberinto abandonado en Grecia,
donde las enumeraciones de las galaxias y los eones,
cruzan puertas agónicas, lindas y fulgurantes como el alma de un laúd.
Pero, en las cuerdas hay una magia, novel, latente,
los gatos enferman las cuevas de los trogloditas,
es por eso que la música, huye como pájaros encadenados.
El ritmo feroz de una canción es eso, y la libertad de los músicos,
erecta pléyade de números que retuercen las galopantes manos,
ese piano erigido en enigma divino, latente, latente, como el grito.
A Pilar la dama que reza el gótico castillo de la nada,
Para atravesar locuras y pianos dormidos en los laberintos,
mi gruta de poeta herido esta solitaria, está la llama y el nombre,
El nombre de un Laúd, que fenece como la crisálida
este grito atroz de teatro crujido de duendes benditos.
Edgar Alan Poe duerme en los crímenes de la calle Morgue
Pilar, ruge en los gatos que cristalizan la música y la guitarra.
Nunca dormiré sobre bandidos de luces y pájaros libertinos,
la musa sale a recorrer Buenos Aires y los fantasmas tocan canciones,
Pilar está dormida en una cama de vampiros que hieren por amor,
Pasará la balada enamorada de Adelina, y de muchos gritos de la musa,
Cada vez, aún en las cárceles de las manos atadas en el fondo del mar.
Olvidado quedaré como poeta, olvidado como panes de Cristo,
Y de esas reencarnaciones malditas que huyen, huyen a la distancia,
Y como el bolero contigo a la distancia, te amaré
Y diré que eres buena, que el café no murió en el vaso de vino,
Que las cuerdas de un laúd fermenta la pasión olvidada
De esos escritores que nombran lo innombrable
Quiero decirte que esta noche dormiré con la letra A
Y esa A es de Amistad, como la gruta de mi Alma.
A Pilar Morte
En las cuerdas de un laberinto abandonado en Grecia,
donde las enumeraciones de las galaxias y los eones,
cruzan puertas agónicas, lindas y fulgurantes como el alma de un laúd.
Pero, en las cuerdas hay una magia, novel, latente,
los gatos enferman las cuevas de los trogloditas,
es por eso que la música, huye como pájaros encadenados.
El ritmo feroz de una canción es eso, y la libertad de los músicos,
erecta pléyade de números que retuercen las galopantes manos,
ese piano erigido en enigma divino, latente, latente, como el grito.
A Pilar la dama que reza el gótico castillo de la nada,
Para atravesar locuras y pianos dormidos en los laberintos,
mi gruta de poeta herido esta solitaria, está la llama y el nombre,
El nombre de un Laúd, que fenece como la crisálida
este grito atroz de teatro crujido de duendes benditos.
Edgar Alan Poe duerme en los crímenes de la calle Morgue
Pilar, ruge en los gatos que cristalizan la música y la guitarra.
Nunca dormiré sobre bandidos de luces y pájaros libertinos,
la musa sale a recorrer Buenos Aires y los fantasmas tocan canciones,
Pilar está dormida en una cama de vampiros que hieren por amor,
Pasará la balada enamorada de Adelina, y de muchos gritos de la musa,
Cada vez, aún en las cárceles de las manos atadas en el fondo del mar.
Olvidado quedaré como poeta, olvidado como panes de Cristo,
Y de esas reencarnaciones malditas que huyen, huyen a la distancia,
Y como el bolero contigo a la distancia, te amaré
Y diré que eres buena, que el café no murió en el vaso de vino,
Que las cuerdas de un laúd fermenta la pasión olvidada
De esos escritores que nombran lo innombrable
Quiero decirte que esta noche dormiré con la letra A
Y esa A es de Amistad, como la gruta de mi Alma.