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rabieta

Publicado: Mié, 10 Sep 2008 23:24
por Antonio Castro
No se de que estoy mas ebrio
Si de alcohol o de odio
Sentado royendo piedras
No alcanzare mi ínsula soñada
Se me escapan mis anhelos
En liquidas defecaciones
Esta inmensa felicidad
Me sentencia desde dentro
Y perdido en lo oscuro diviso una puerta
Deslumbrante de luz que me llama
Cobardemente me giro y disimulo.

¡Maldita sea! golpéame
Dame un motivo insalvable
Tírate al lodo a por mí
Deja de disimular lo que sabes
No me dejes morir
De solitaria asfixia y loco
Oblígame a equivocarme
A hacer lo que no debo
A tener un motivo para arrodillarme
Y pedir perdón miserablemente
A llorar errores, no deseos
A beber la vida de un trago
Y dar un fuerte golpe de vaso
Mientras desaparezco para solo ser
Un borroso recuerdo.

Publicado: Jue, 11 Sep 2008 0:32
por Ignacio Fajardo
Tiene tu poema aires de oración profana y es grito y súplica de vida. Los propios versos son un aldabonazo en las conciencias (especialmente en la tuya, pues a tí es a quien diriges estos versos).

Un abrazo.

Publicado: Jue, 11 Sep 2008 0:39
por Alejandra Goerne
Duro poema, pero creo que es mucho más que una simple rabieta. Se siente una carga fuerte, densa. A veces nos sentimos tan cobardes por no alcanzar nuestros anhelos, que duele tan profundo como tus versos. Un abrazo poeta.

Re: rabieta

Publicado: Jue, 11 Sep 2008 9:31
por Blanca Sandino
Una rabieta muy muy poética, Antonio. Sentimos, a veces, que no hay nada peor que la indiferencia, esa indiferencia tras la que se ocultan tantos y tantos sentimientos.


Blanca

Antonio Castro escribió:No se de que estoy mas ebrio
Si de alcohol o de odio
(...)

Mientras desaparezco para solo ser
Un borroso recuerdo.

re: rabieta

Publicado: Jue, 11 Sep 2008 9:59
por Pilar Morte
Poema duro pero que entra dentro al leerlo
Un abrazo
Pilar

Publicado: Sab, 13 Sep 2008 21:42
por Dimitri Paria
Me gustaron las imágenes, y ese grito profundo, liberador. Algo suicida sí, algo de locura, algo de pasión. La vida es pasión, a veces nos hacemos introspecciones despellejandonos, metiendo profundamente los dedos en las heridas hasta renovar le sangrado. Me gusta ese dejo obscuro y catártico...Un abrazo. Dimitri.