Armilo Brotón escribió:Xaime, amigo, me gusta tanto lo que compones que en cuanto veo algo que publicas en la página, como las moscas a la miel, voy a disfrutarlo. Siempre después de pasar rápido por el título voy al poema lo antes posible, para gozar de su musicalidad; primero lo leo en gallego y luego me detengo en la traducción. Un vistazo relámpago al título determinó que no percibiera la dedicatoria -¡qué pena!- y sólo cuando vine a releerlo, me di cuenta de ella. ¡Qué alegría!
Si he de serte sincero, los dos últimos versos me dejaron algo extrañado y como me gusta regodearme en las letras, y empatizar con lo que escriben los poetas, me quedé pensando hasta que descubrí su referente: ¡claro que me gustaría compartir canto contigo!
Eres un claro heredero y exponente de la poesía gallega, que a su vez ha sido y es uno de los más avanzados laboratorios de vanguardia de la lírica ibérica contemporánea; un bardo bárbaro, no es la primera vez que te lo digo. En ti se materializa un fondo lírico que amalgama leyenda, clima, música, cultura y hasta cromosomas en cada verso. Este poema es un claro ejemplo de ello, con unas imágenes tan contundentes que cristalizan los ojos del teixedal en tierra de sirenas.
Siempre me das paz cuando te leo. Bajo el sonido de las gaitas sueño que la Naturaleza no es el olvido.
Este circulo de hermandad que tenemos en la poesía se va ampliando y quedo emplazado junto a mi hermano Fe a compartir noches mágicas.
Muchas gracias por esta hermosísima dedicatoria.
Un abrazote
¿Qué decir?...Tanto, que mejor darte las gracias por tu siempre amable e inestimable presencia. Me enorgullece lo de "bardo bárbaro" por lo que de "tremendo" implica, lo asumo, así es: descerrajante. Los míos podrían decirte de mi cambio de humor cuando les comenté, pormenorizadamente tu respuesta en especial.
Emplazados quedamos, hermano. Llevo unos cuantos meses de encierro interior y me encantaría tirarle al viento unos versos en comunión con Fe y un acordeón mágico, como quién no quiere la cosa, sólo por el aquél de encontrarse, y lo que surja de la noche.
Un abrazo de corazón.