El pez que no fue viento...
Publicado: Jue, 28 Nov 2019 20:58
El pez que no fué viento…
A Rafel Calle y por el vino compartido y en soledad.
Desde la mudez de la palabra, el pez, y el laberinto.
EL pez y el laberinto como epitafio de un tiempo Griego.
El que no fue viento, el adormecido por la puerta gótica.
Desde el ojo de la vida, el pez ciego, el numen.
El rostro de ese animal de las aguas, espuma y grito.
¿Dónde las historias de Egipto, en el Nilo?
Es masticar el mundo y pedir que se haga un milagro,
acariciar un pez, es mendigar panes al olvido, a Jesús…
Los iluminados, están comiendo peces en el Olimpo,
el ruego de flores heridas en el crepúsculo, gime viento.
Todos se reunieron en la mesa y entre poetas comieron peces,
luego el crudo invierno navegó por las dríades, y mudó tibio.
Quiero
Que leas
Este pez
Y luego mires
Este pez
Las palabras, indignan porque no es un hombre,
Te doy un té tibio para valorizar
Esos momentos.
Luego la luz blanquea el arte de ser pez en la mesa.
A Rafel Calle y por el vino compartido y en soledad.
Desde la mudez de la palabra, el pez, y el laberinto.
EL pez y el laberinto como epitafio de un tiempo Griego.
El que no fue viento, el adormecido por la puerta gótica.
Desde el ojo de la vida, el pez ciego, el numen.
El rostro de ese animal de las aguas, espuma y grito.
¿Dónde las historias de Egipto, en el Nilo?
Es masticar el mundo y pedir que se haga un milagro,
acariciar un pez, es mendigar panes al olvido, a Jesús…
Los iluminados, están comiendo peces en el Olimpo,
el ruego de flores heridas en el crepúsculo, gime viento.
Todos se reunieron en la mesa y entre poetas comieron peces,
luego el crudo invierno navegó por las dríades, y mudó tibio.
Quiero
Que leas
Este pez
Y luego mires
Este pez
Las palabras, indignan porque no es un hombre,
Te doy un té tibio para valorizar
Esos momentos.
Luego la luz blanquea el arte de ser pez en la mesa.