Editorial Alaire

Acostumbra a pensar por donde mea
y a buscarle a mi cuerpo su provecho;
es lo más sexualmente insatisfecho
qué en los barrios del mundo se pasea.

¿Que por qué me casé? por lo que sea,
el camino hacia Dios es muy estrecho...
cada noche al dormir, me cae del techo,
se me adosa, suspira y se aparea.

Pene en ristre galopa en mis confines
con la misma finura que un batracio,
sin más ley que alcanzar sus guarros fines.

Juro aquí que si dejo que me veje
y las hambres sexuales se las sacio,
es por viejo y la herencia que me deje...

Me gusta esta saga de humor y pensamientos compartidos, querido amigo; admiro la honestidad y la pureza de tus poemas.
Te aplaudo en primera fila.

Abrazo enorme y felicidad.

Hallie Hernández Alfaro escribió:Me gusta esta saga de humor y pensamientos compartidos, querido amigo; admiro la honestidad y la pureza de tus poemas.
Te aplaudo en primera fila.

Abrazo enorme y felicidad.

Hola Hallie, en verdad estos poemas no van a ningún sitio, pero yo disfruto con estas tonterías. La risa nos alarga la vida y total, para llorar ya está la cruda realidad. Recibe mi más cálido abrazo y mi cariño sincero, querida amiga

F. Enrique escribió:

Habrá mucha verdad de lo que describes en muchos casos. Buen soneto lleno de humor, Jorge.

Un abrazo.

Haberlos haylos, ya lo creo que sí. Casos como este y hasta peores, Enrique. Lo cierto es que la vida siempre supera a la ficción más ficticia que imaginar podamos.
Gracias por pasarte. Un abrazo

Hermoso y ameno trabajo, amigo Jorge.
Abrazos.

Hombre, Ramón, tú comprueba que no te haya desheredado... no vayas a llevarte un disgusto. Bromas aparte, creo que nos ofreces un soneto escrito con gran soltura y mucho descaro. Se te da muy bien ese registro. Saludos.

Rafel Calle escribió:Hermoso y ameno trabajo, amigo Jorge.
Abrazos.

Gracias Rafel. Un abrazo amigo

Pablo Rodríguez Cantos escribió:Hombre, Ramón, tú comprueba que no te haya desheredado... no vayas a llevarte un disgusto. Bromas aparte, creo que nos ofreces un soneto escrito con gran soltura y mucho descaro. Se te da muy bien ese registro. Saludos.

Hola Pablo, la de cosas que uno es capaz de soportar con tal de pillar la herencia. Hoy en día no tanto, el impuesto de sucesiones ha hecho mucho daño, y más que hará... (ahí lo dejo, que no quiero entrar en disquisiciones políticas).
Gracias por pasarte, ya sabes que me gusta escribir poemas intrascendentes para echar risas.
Saludos amigo

Ja, ja, ja, así son los penes... al menos algunos. Supongo que a los penes no les alegra mucho que la gente se case, pero tendrán que aprender que no son los reyes de la casa, je je. Me recuerda al adiestramiento de mascotas... y mira que a esta le tengo cariño.
Por lo que sea, me gustó el soneto, Jorge... y pues lo disfruto con humor, que también la poesía sirve para alegres fines.
Un abrazo, Jorge, hasta esa parte del charco.

Alonso Vicent escribió:Ja, ja, ja, así son los penes... al menos algunos. Supongo que a los penes no les alegra mucho que la gente se case, pero tendrán que aprender que no son los reyes de la casa, je je. Me recuerda al adiestramiento de mascotas... y mira que a esta le tengo cariño.
Por lo que sea, me gustó el soneto, Jorge... y pues lo disfruto con humor, que también la poesía sirve para alegres fines.
Un abrazo, Jorge, hasta esa parte del charco.

Ay los penes Alonso... esos tiranos insaciables que llevan a sus dueños por la calle la amargura. No te ofusques, los únicos adiestradores fiables para penes son el paso del tiempo y la ley de la gravedad...
Tienes razón, la poesía sirve para todo, incluso para reír en tiempos tormentosos.
Gracias por pasarte amigo, un abrazo tremendo