Editorial Alaire

Noche de lluvia

Me gusta oír la lluvia en las noches de otoño
llamando a los cristales del balcón.

Primero muy despacio
como amante furtiva con miedo a despertar
al dueño de la casa.

Luego llega a enfadarse,
envuelta en un ataque de celos sin control,
hallándote en mis brazos
en complicado juego de cuerpos sometidos
a una algarabía de susurros.
Y aporrea los vidrios empañados
de nuestro ventanal
con fuerza de gigante.

Desesperadamente,
se convierte en tormenta enajenada,
escupiendo la furia por sus ojos
con chispas cegadoras
y quejas de dolor que rugen en la noche.

Consciente de su cólera estéril,
poco a poco se aleja sin dejar de gruñir
buscando otros balcones
donde llorar.

Precioso este poema de pasiones, Ángeles,
la de la lluvia y la de aquellos que la escuchan,
un placer de lectura, compañera. Un abrazo.

Qué lindo!! de vibrante y sonora sensibilidad...
Un gusto leerte querida amiga...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Pues sí: a mí también me ha parecido muy bello el poema, Ángeles, con esa personificación de la lluvia. Saludos.

Maravilloso poema donde la lluvia y los amantes de convierten en uno sólo, Ángeles.

Enhorabuena
Un beso enorme
Ana

Rosario, me alegra muchísimo que te haya gustado y que hayas entendido la pasión que quería expresar.
Un fuerte abrazo,
Ángeles

Querida Nancy, cuánto me alegro de que te haya gustado. Gracias.
Un fuerte abrazo,
Ángeles

Pablo, gracias por tu comentario tan generoso. Me alegra que te haya gustado.
Un abrazo,
Ángeles

Hola Ana, tú siempre tan generosa conmigo.
Un abrazo enoooorme.
Ángeles

Tan bello como interesante trabajo, amiga Ángeles.
Felicidades.
Abrazos.