Editorial Alaire

Con frecuencia me aqueja la pregunta
de si sería amigo de mí mismo,
una variante aguda del grouchismo (*)
que me lastima hondo con su punta.

Pero hacen falta dos para hacer yunta,
por lo que todavía del abismo
me salvo si no caigo en el dualismo
al que va mi conciencia, ayer difunta.

Espejo triste de la madrugada
al que el pasado llega sin censura,
¡yo maldigo tu voz de puñalada!

Si insistes en juzgarme sin mesura
confirma tu condena anticipada:
¡lánzame de una vez a la locura!

(*) Referencia a una famosa frase de Groucho Marx (I refuse to join any club that would have me as a member)

Hermoso e interesante trabajo, amigo Jorge.
Abrazos.

Desolador poema, Jorge, con un trabajo rítmico notable en los tercetos y un final contundente. En mi tierra hay un refrán que dice: "las buenas yuntas, Dios las cría y ellas se juntan". Saludos.

Muy bueno este ejercicio en el soneto, amigo Jorge.

Todo un placer de lectura.

Un abrazo.

Rafel Calle escribió:Hermoso e interesante trabajo, amigo Jorge.
Abrazos.

Gracias, Rafel, me alegro de que te haya gustado.

abrazo
Jorge

El ejercicio de miramos al espejo nos aleja de mirarnos el ombligo, sobre todo si elegimos el alba donde las ojeras (físicas y mentales) campean a sus anchas.
Muy original este soneto.
Te felicito.
Abrazos.