El vientre de una madre
Publicado: Dom, 03 Nov 2019 23:26
El vientre de una madre
A Rafel Calle maestro y escritor amado.
¿Amor... como hago para morir este día de locura y soledad?
¿Amor… esa latitud que se yergue en las lágrimas sedientas?
¿Por qué soy tan sádico en mi contemplación de vivir….?
¡ Donde, estás muerte que quiero tragarme el agua del mar!
¡Amor… amor mío, ¡
el poeta ya murió, solo queda la desolación
y seducir los tiempos de flores en las tumbas del horror.
Amor… amor de la sed cuajada por los pájaros del horizonte,
me quiebro como las ramas de un árbol
y siento que estoy endemoniado por las gotas de la tormenta.
¡Amor… hoy y siempre te amaré
en el resoplido y estampa de un trueno en el horizonte…!
¿Dónde está la sed de justicia para el dormido lecho de finitud?
Amor… Neruda llenó las crisálidas, y los ríos, mares con conchas del mar,
Hoy más que nunca casi muerto por los hombres, que te quedes en mí
Que te quedes en mí
Para siempre
Dormida y muerta
En mis brazos
Dormida porque eres mortal como las hojas
De ese día del destino señalado por cuchillas que te asesinan
Oh!! Muerte
Que te asesinas para siempre
Cuando el lecho del río es el vientre de una madre.
A Rafel Calle maestro y escritor amado.
¿Amor... como hago para morir este día de locura y soledad?
¿Amor… esa latitud que se yergue en las lágrimas sedientas?
¿Por qué soy tan sádico en mi contemplación de vivir….?
¡ Donde, estás muerte que quiero tragarme el agua del mar!
¡Amor… amor mío, ¡
el poeta ya murió, solo queda la desolación
y seducir los tiempos de flores en las tumbas del horror.
Amor… amor de la sed cuajada por los pájaros del horizonte,
me quiebro como las ramas de un árbol
y siento que estoy endemoniado por las gotas de la tormenta.
¡Amor… hoy y siempre te amaré
en el resoplido y estampa de un trueno en el horizonte…!
¿Dónde está la sed de justicia para el dormido lecho de finitud?
Amor… Neruda llenó las crisálidas, y los ríos, mares con conchas del mar,
Hoy más que nunca casi muerto por los hombres, que te quedes en mí
Que te quedes en mí
Para siempre
Dormida y muerta
En mis brazos
Dormida porque eres mortal como las hojas
De ese día del destino señalado por cuchillas que te asesinan
Oh!! Muerte
Que te asesinas para siempre
Cuando el lecho del río es el vientre de una madre.