Editorial Alaire

Ramón Carballal escribió:Dicen que aquí los minutos son húmedos
como un violín que llora. Semillas en el cristal
de iris traslúcido, zumo de brevas bajo el dintel.
Qué ciudad rompe las estrías de la luna
y se viste con el rumor de la piedra y la caricia del agua.
Pasos de niño sin un reflejo de luz,
olores de mercado en las branquias de la noche.
Me acostumbré a no soñar con palomas
y fui un lagarto contra el gris de la nube,
un ruiseñor en los balcones de la juventud.
Hubo jardines de púas blancas y una imagen solitaria
de pájaros comiéndose el corazón de un hombre.
Me nacieron alas de orgullo y, sin querer,
piaba en los trenes como un loco que no cree en su locura.
A fuerza de imaginar un sol, seguí las huellas de tu piel
hasta el confín de la música y me oculté en la piedad
de los antros oscuros, solo para ser tu sombra o tu delirio.
Y llueve, llueve aquí, en los lugares sin alma,
en la ceniza del desdén. Cada vez que el cielo agita
su catarata de ángeles líquidos, yo recuerdo
que bajo tu paraguas había luz, un hogar de hojas secas,
un desliz y un nido tan dulce como la inmortalidad de los sueños.

Llevo este poema o él me lleva a mi hasta lugares intrincados de la consciencia humana.

En mi humilde opinión un trabajo extraordinario.
De ovación y reverencias, amigo.

Un abrazo.

Creo que has logrado un extraordinario poema. Cada verso es una llamarada de buena poesía.
Felicidades.
Abrazos
Pilar

Un placer, como siempre, transitar por la lírica belleza de tu poesía, Ramón.

Abrazos.

Hallie Hernández Alfaro escribió:

Ramón Carballal escribió:Dicen que aquí los minutos son húmedos
como un violín que llora. Semillas en el cristal
de iris traslúcido, zumo de brevas bajo el dintel.
Qué ciudad rompe las estrías de la luna
y se viste con el rumor de la piedra y la caricia del agua.
Pasos de niño sin un reflejo de luz,
olores de mercado en las branquias de la noche.
Me acostumbré a no soñar con palomas
y fui un lagarto contra el gris de la nube,
un ruiseñor en los balcones de la juventud.
Hubo jardines de púas blancas y una imagen solitaria
de pájaros comiéndose el corazón de un hombre.
Me nacieron alas de orgullo y, sin querer,
piaba en los trenes como un loco que no cree en su locura.
A fuerza de imaginar un sol, seguí las huellas de tu piel
hasta el confín de la música y me oculté en la piedad
de los antros oscuros, solo para ser tu sombra o tu delirio.
Y llueve, llueve aquí, en los lugares sin alma,
en la ceniza del desdén. Cada vez que el cielo agita
su catarata de ángeles líquidos, yo recuerdo
que bajo tu paraguas había luz, un hogar de hojas secas,
un desliz y un nido tan dulce como la inmortalidad de los sueños.

Llevo este poema o él me lleva a mi hasta lugares intrincados de la consciencia humana.

En mi humilde opinión un trabajo extraordinario.
De ovación y reverencias, amigo.

Un abrazo.

Gracias, Hallie, por tus generosas palabras. Un abrazo.

Pilar Morte escribió:Creo que has logrado un extraordinario poema. Cada verso es una llamarada de buena poesía.
Felicidades.
Abrazos
Pilar

Gracias, Pilar. Me alegra que te haya gustado el poema. Un abrazo.

Rosa Marzal escribió:Un placer, como siempre, transitar por la lírica belleza de tu poesía, Ramón.

Abrazos.

Gracias, Rosa, por acercarte a este poema y comentarlo. Un abrazo.

Bellísimos versos que emocionan y llegan a los lugares más recónditos del alma poética del buen degustador de poesía verdadera. Todo el poema rezuma nostalgia por la perdida de las raíces o del paraíso, que muy bien puede simbolizar ese paraguas hogareño y luminoso. Una pequeña obra maestra, amigo Ramón has creado.
Saludos cordiales, admirado poeta.

John Garlic escribió:Bellísimos versos que emocionan y llegan a los lugares más recónditos del alma poética del buen degustador de poesía verdadera. Todo el poema rezuma nostalgia por la perdida de las raíces o del paraíso, que muy bien puede simbolizar ese paraguas hogareño y luminoso. Una pequeña obra maestra, amigo Ramón has creado.
Saludos cordiales, admirado poeta.

Gracias, John, por tus generosas palabras. Un abrazo.

Muy hermosos versos, llenos de cautivadoras y emotivas imágenes.
Excelente poema, que aplaudo con fervor.
Todo un placer de lectura.
Un abrazo.

Muy bello poema, Ramón:

Intensas imágenes al servicio de la buena poesía.

Un fuerte abrazo y felicidades...
Ana

Bajo un paraguas trenzado con los hilos de tus contundentes metáforas me refugio un rato de la realidad para disfrutar de la imaginación.
Un abrazo amigo

Ramón Castro Méndez escribió:Muy hermosos versos, llenos de cautivadoras y emotivas imágenes.
Excelente poema, que aplaudo con fervor.
Todo un placer de lectura.
Un abrazo.

Gracias, Ramón , por tus generosas palabras. Un abrazo.

Ana Muela Sopeña escribió:Muy bello poema, Ramón:

Intensas imágenes al servicio de la buena poesía.

Un fuerte abrazo y felicidades...
Ana

Gracias, Ana, por leerme y comentar. Un abrazo.

Armilo Brotón escribió:Bajo un paraguas trenzado con los hilos de tus contundentes metáforas me refugio un rato de la realidad para disfrutar de la imaginación.
Un abrazo amigo

Gracias, Armilo, por la amabilidad de leer y comentar este poema. Un abrazo.