Editorial Alaire

SUEÑOS ROBADOS

¡Madre, dónde tú para mi llanto!

Hoy pasé por la casa de mi madre
donde cantó la sonrisa y lloró la lágrima,
donde encontré el cansancio de los vetustos árboles
y vi pasar inviernos con pretextos de estíos.

La soledad interior dispuesta a retener la noche
mientras el mundo gira
ansioso de rescate,
buscando la mañana en sus pisadas,
las alas que galopan una aurora.

Desbordado de asombro he descubierto sus ojos
nadando en el vacío,
desnuda de júbilo
una voz que la invoca entre salmos dormida.

La casa, madre, la casa no reconoce las esquinas
ni los golpes de mar en sus paredes,
sólo la lluvia duerme en el aire
donde crecen las raíces cómplices
de la tierra.

Qué soledad invade su vientre,
qué cansancio tan viejo.




México, Septiembre de 2008

evocación tal vez a la génesis
a la cuna, a los ojos de la infancia


La casa, madre, la casa no reconoce las esquinas
ni los golpes de mar en sus paredes,
sólo la lluvia duerme en el aire
donde crecen las raíces cómplices
de la tierra.


te felicito por el poema
y te mando un abrazo

.

La casa, madre, la casa no reconoce las esquinas
ni los golpes de mar en sus paredes,
sólo la lluvia duerme en el aire
donde crecen las raíces cómplices
de la tierra.


Un gran poema, amor, inmenso en sus imagenes y en el sentimiento que lleva impreso, un poema que conmueve y toca el corazón, te dejo toda mi admiración y beso enorme, ASÍ!

Cecilia

José Manuel, tu poema resuella ternura, añoranza, nostalgia. Encuentro un elevado sentido poético en las palabras e imágenes de que se compone esa elegia a la figura de la madre a través de la contemplación de la casa de familia. Muy hermoso. Un regalo para la mirada.

Un abrazo amigo.

Precioso poema, querido amigo José Manuel, que rezuma por todos lados la emocionalidad de lo sentido en las entrañas del humano.
Ha sido un placer leerte. Felicidades.
Te mando un fuerte abrazo.

La casa, la tierra, las raíces. Yo creo que sí, aunque, quién sabe si hay, o no, otra vida después: es tan fuerte el deseo que nos ata a esta tierra, a los nuestros, que parece imposible que no sea así.

Qué bonito: "La casa, madre, la casa no reconoce las esquinas
ni los golpes de mar en sus paredes (...)

Me has emocionado, José Manuel.


Blanca

José Manuel F. Febles escribió: SUEÑOS ROBADOS

¡Madre, dónde tú para mi llanto!
(...)

La casa, madre, la casa no reconoce las esquinas
ni los golpes de mar en sus paredes,
sólo la lluvia duerme en el aire
donde crecen las raíces cómplices
de la tierra.

Qué soledad invade su vientre,
qué cansancio tan viejo.




México, Septiembre de 2008

Jose Manuel, me conmueve mucho este poema, hay mucho de lo que escribes que me identifica... me parece un excelente poema

Saludos

Bismark

PARA ALONSO DE MOLINA



Gracias, querido amigo, por tus palabras.

Un sincero abrazo.


José Manuel F. Febles

José Manuel F. Febles escribió: SUEÑOS ROBADOS

¡Madre, dónde tú para mi llanto!

Hoy pasé por la casa de mi madre
donde cantó la sonrisa y lloró la lágrima,
donde encontré el cansancio de los vetustos árboles
y vi pasar inviernos con pretextos de estíos.

La soledad interior dispuesta a retener la noche
mientras el mundo gira
ansioso de rescate,
buscando la mañana en sus pisadas,
las alas que galopan una aurora.

Desbordado de asombro he descubierto sus ojos
nadando en el vacío,
desnuda de júbilo
una voz que la invoca entre salmos dormida.

La casa, madre, la casa no reconoce las esquinas
ni los golpes de mar en sus paredes,
sólo la lluvia duerme en el aire
donde crecen las raíces cómplices
de la tierra.

Qué soledad invade su vientre,
qué cansancio tan viejo.




México, Septiembre de 2008

La nostalgia recorre cada uno de tus versos como esquinas de aquella casa. Lo imagino como un retorno a aquel refugio donde no cabía el dolor. Creo que siempre intentamos volver a aquellos paisajes seguros. Sugerentes figuras.

Un saludo!

El recuerdo del olor de la casa materna, nos hace estremecer, nos devuelve suspiros... Suspiros que se me escaparon al leer éstos, tus versos.
Saludos.
Amparo

Un poema que emociona hasta las lágrimas José Manuel, de qué forma tan sencilla y a la vez tan profunda has llevado el corazón por los senderos de lo que más importa.

Un abrazo

Sara

Me ha placido esto de ver pasar inviernos embozados, tramposos o prontos para el engaño. Lo pones en esta figura: "y vi pasar inviernos con pretextos de estíos." Resulta rendidor el sustantivo "pretexto". Quizá contenga más capas de universo en su universo. A por ellas!

También me parace bien lo de golpes de mar y las raíces cómplices

Un saludo cordial desde Argentina y hasta otro poema

Rafael

José Manuel F. Febles,

MARAVILLOSO POEMA, QUERIDO AMIGO

TE FELICITO

UN ABRAZO FUERTE

A CECILIA ORTEGA ASTORGA (CECILIA MARTOS)



Gracias, amor, por considerar mis humildes versos en la grandeza de tu alma. Nadie mejor conoces tales sentimientos hacia el ser que me dio la vida. ELLA, al igual que TÚ, sabes que presiden nuestro escritorio en grandes cuadros que me hacen perpetuarlas por siempre.
Gracias, Cecyy, desde nuestro íntimo espacio, un beso ASI.

José Manuel, un español en México

A TANIA ALEGRIA


Mi querida compañera, la casa de mi madre aún existe, y es la que me saca a relucir las lágrimas cada vez que la veo en otras manos. Gracias por tus emotivas palabras. Un fuerte abrazo.

José Manuel F. Febles