Editorial Alaire

Mal vamos cuando un presidente
cree que un pueblo está a su servicio.
Mal vamos cuando un pueblo
tiene poco y se vende por menos.
Mal vamos cuando lo que se vende
es humo que intoxica.
Mal vamos cuando se buscan enemigos
imperiosamente.
Mal vamos cuando el respeto
no cabe en un vocabulario,
cuando los asesinatos
también se cometen de palabra,
cuando se dispara
con la puntería del Parkinson
y el Alzheimer no recuerda…
…y aquí no ha pasado nada.

Hermoso y muy bien hilado poema. Una se desliza suavemente ante certezas escritas con acierto. Me gustaron tus versos
Abrazos
Pilar

Y seguirá sin pasar nada, Alonso, al pueblo llano se le compra con poco y nada. En el siglo pasado era animar que las familias fueran numerosas (mano de obra barata). Hoy día son las deudas de : unas vacaciones, un chalecito, una celebración por todo lo alto (pq tú lo vales), etc.
Eso ata al pueblo. Si debes la vida tienes que estar calladito...
Si vieras la de gente joven (frustración y depresión) que pasa por mi trabajo diariamente, ufff.
Un abrazo, Alonso.

Pues sí, Alonso, mal vamos. Pero es que siempre he pensado que cada pueblo y cada sociedad tienen lo que se merecen.
En España la derecha es del siglo XIX, y la izquierda, como siempre, un desastre y su propio y mayor enemigo. Si a eso añades que en este planeta la inmensa mayoría solo miran por sí mismos y por su bienestar a corto plazo, la ecuación está clara: ¡Mal vamos!
Siempre es un verdadero placer leerte (y lo digo de verdad). Un abrazote, amigo.

La prepotencia, el egoísmo, la hipocresía, la indiferencia,
se mueven a sus anchas en los círculos más reducidos;
laboral, amistades, familia...
No hemos aprendido mucho de los tiempos oscuros
y el presente es otro cielo a punto de caerse.
Menos mal que nos queda la poesía
y la tuya, amigo entero,no tiene precio.
Un abrazo, compañero,el de las 9 y 16

duro y directo mensaje en tus versos, Alonso, pero real como la vida misma . me gustó el poema y disfruté leyendo

saludos

rafael

Qué sensato eres.

Lo hablaba antes con Luis, falta sensatez y sentido común.
Y otras muchas cosas y valores, pero sin eso...como que no.

Das en la clave, predican paz y amor y el plus para el salón, y despues hacen todo lo contrario.
Eso de haz lo que yo diga pero no lo que yo haga.

"Mal vamos cuando se buscan enemigos imperiosamente".

Estamos jodidos con algunos especímenes Alonsiño.

Un abrazote, te copio.

Me ha gustado mucho este poema denuncia Alonso, donde pones el dedo en la llaga con gran talento poético. El cierre me ha parecido magnífico. Te mando un saludo y mi más sincera enhorabuena

Pilar Morte escribió:Hermoso y muy bien hilado poema. Una se desliza suavemente ante certezas escritas con acierto. Me gustaron tus versos
Abrazos
Pilar

Muchas gracias, Pilar. Esperemos que no vaya a peor.
Un abrazo.

Ana García escribió:Y seguirá sin pasar nada, Alonso, al pueblo llano se le compra con poco y nada. En el siglo pasado era animar que las familias fueran numerosas (mano de obra barata). Hoy día son las deudas de : unas vacaciones, un chalecito, una celebración por todo lo alto (pq tú lo vales), etc.
Eso ata al pueblo. Si debes la vida tienes que estar calladito...
Si vieras la de gente joven (frustración y depresión) que pasa por mi trabajo diariamente, ufff.
Un abrazo, Alonso.

Vamos sorteando dictámenes y tendencias de la mejor forma posible, aunque desde arriba y por los lados nos lo pongan difícil. Nos vendían de todo a un módico precio, incluso la mal llamada libertad (y siguen vendiéndolo). No me extraña que las deudas e intereses hayan terminado por ahogar al pueblo.
Un abrazo, Ana, y a seguir lidiando, hasta en el trabajo, con las frustraciones que nos rodean.

Luis M. escribió:Pues sí, Alonso, mal vamos. Pero es que siempre he pensado que cada pueblo y cada sociedad tienen lo que se merecen.
En España la derecha es del siglo XIX, y la izquierda, como siempre, un desastre y su propio y mayor enemigo. Si a eso añades que en este planeta la inmensa mayoría solo miran por sí mismos y por su bienestar a corto plazo, la ecuación está clara: ¡Mal vamos!
Siempre es un verdadero placer leerte (y lo digo de verdad). Un abrazote, amigo.

Así andan las cosas; y seguimos olvidando el pasado para volver a caer en los mismos errores.
No fue pensado este poema para ningún país en particular, aunque bien es cierto que podría valer para la mayoría de ellos.
Seguiremos esquivando los tiros e intentando mantener a salvo este pequeño campo de refugiados... Qué se le va hacer.
Un abrazote hasta los madriles.

Rosario Martín escribió:La prepotencia, el egoísmo, la hipocresía, la indiferencia,
se mueven a sus anchas en los círculos más reducidos;
laboral, amistades, familia...
No hemos aprendido mucho de los tiempos oscuros
y el presente es otro cielo a punto de caerse.
Menos mal que nos queda la poesía
y la tuya, amigo entero,no tiene precio.
Un abrazo, compañero,el de las 9 y 16

Sigue habiendo dos Españas (por lo menos) y tres mundos... Y seguimos sin saber el porqué de tanta diferencia. Ah sí, será por causa de intereses ajenos a nuestros círculos. Y mientras tanto, como dices, el cielo se nos cae encima.
De todo hay en la viña del señor, y de la señora; habrá que refugiarse en las verdaderas amistades y que sea lo que tenga que ser.
Besos, amiga entera, y a seguir componiéndonoslas mientras se pueda.
De momento me voy de entierro, que se murió el hermano gemelo de mi compañero de trabajo.

Aplaudo tu poema Alonso y suscribo cada uno de tus versos.
¡Que hartazgo de políticos mediocres! ¿Tenemos lo que nos merecemos?
Esta poesía es necesaria.
Un abrazo amigo

Estoy totalmente de acuerdo con el mensaje que lanzas, Alonso. Mal vamos, si no somos capaces de exigir a quienes elegimos coherencia y sentido común. Mal vamos si nos dejamos conquistar por un humo tóxico que contamina lo que toca. Valen la pena poemas como el tuyo, que lanzan su grito al aire para quien quiera recogerlo.

Un abrazo, amigo.

Rafael Valdemar escribió:duro y directo mensaje en tus versos, Alonso, pero real como la vida misma . me gustó el poema y disfruté leyendo

saludos

rafael

Así andan las cosas, en general, y aunque seamos conscientes del estropicio, poco podemos hacer.
Un abrazo, Rafael, y gracias por la compañía.