Editorial Alaire

INFANCIA

Va envuelta en una gasa
de seda transparente;
discurre como el agua
serena de los ríos;
nos va pintando estampas
de luz y amaneceres;
transita en un espacio
tranquilo y apacible.
La vida cuando pasa
la sume en el olvido
y un día nos alcanza
subida a la nostalgia
(un ángel de la guarda
recuerda lo que fuimos).
Hay muchos que no saben
hallarse en la distancia;
espíritus que vagan
huyendo de sí mismos:
aquellos que no aman,
aquellos que no lloran…
Aquellos que olvidaron
que un día fueron niños.


--oOo--

jose manuel saiz escribió:INFANCIA

Va envuelta en una gasa
de seda transparente.
Discurre como el agua
serena de los ríos.
Nos va pintando estampas
de luz y amaneceres.
Transita en un espacio
tranquilo y apacible.
La vida cuando pasa
la sume en el olvido
y un día nos alcanza
subida a la nostalgia
(un ángel de la guarda
recuerda lo que fuimos).
Hay muchos que no saben
hallarse en la distancia.
Espíritus que vagan
huyendo de sí mismos:
aquellos que no aman,
aquellos que no lloran…
Aquellos que olvidaron
que un día fueron niños.

--oOo--

Es un terrible poema, a pesar de la belleza de sus imágenes y el ritmo en base a heptasílabos. Me trasmites la imagen dramática de un ser que ha perdido su identidad; es decir, que transitan la vida acosados por el olvido. Solo me resta aplaudir y decirte que este poema tuyo es de un humanismo que emociona.

Un abrazo, compañero.

No podemos olvidar lo que fuimos porque nos hicimos en el tiempo. Un poema escrito con sensibilidad.
Me gustó leerte.
Abrazos
Pilar

Nadie puede huir de su pasado y somos lo que somos porque tenemos una historia detrás. Se dice que los pueblos que olvidan su pasado tienden a repetir los mismos errores de sus antepasados. En el caso del que ha olvidado que una vez fue niño, lo más seguro es que sea un ser despreciable como el protagonista de "Cuento de Navidad" de Charles Dickens. Buen poema en heptasílabos, amigo poeta.

Saludos cordiales.

jose manuel saiz escribió:INFANCIA

Va envuelta en una gasa
de seda transparente.
Discurre como el agua
serena de los ríos.
Nos va pintando estampas
de luz y amaneceres.
Transita en un espacio
tranquilo y apacible.
La vida cuando pasa
la sume en el olvido
y un día nos alcanza
subida a la nostalgia
(un ángel de la guarda
recuerda lo que fuimos).
Hay muchos que no saben
hallarse en la distancia.
Espíritus que vagan
huyendo de sí mismos:
aquellos que no aman,
aquellos que no lloran…
Aquellos que olvidaron
que un día fueron niños.

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Muy bello el poema, José Manuel.
Un abrazo

Muchas gracias amigos por los comentarios.
Un abrazo
J. manuel