Editorial Alaire

Nostalgia, vieja amiga:

Últimamente resbalas de entre mis dedos,
a pesar de que el reloj sigue bombeando con tu música maldita
las esperas.
Existen evidencias que se filtran entre las raíces
de aquello que callamos veintitrés horas al día
para no despertar a los chacales.
Los retratos palidecen mientras nos contemplan
como a legajos petrificados de tiempo
sin memoria,
y hasta las sombras que nos interpretan
se destruyen en su absurda transparencia.

No te he contado que entierro tu corazón
entre las cuatro insípidas paredes de nuestra vieja casa,
que es la tuya.

Allá fuera,
la vida transcurre como siempre.
Laboriosas hormigas
recorren, imparables, las aceras
grises e inhóspitas
de una ciudad que casi nunca duerme.

No te he contado
que últimamente agonizan los bosques
en el fuego de la ambición extrema.
A su funeral acuden vampiros
a roer ferozmente sus entrañas.

La ficción se pasea a menudo por las calles,
sube a los estrados, a los púlpitos.
Se contonea en plazas y mercados
donde incendiarias lenguas
estampan palabras de oropel
en los oídos de la muchedumbre.


Yo, bien lo sabes, sigo conversando a diario con el dios
de los pájaros.

He aprendido a no echarte de menos
demasiado.

Convoco cada noche
a los perros del silencio, para que acudan a lamer
las ausencias,
mientras saboreo lentamente la espuma
del último poema de amor
que se ahogó en el mar
de mi garganta.

Yo que acabo de publicar, y acabas de comentar, después vengo y os leo a vosotros y me veo como una hormiguita pequeñita.

También es verdad que vengo a lo mejor de la casa.

Enséñame a no echar mucho de menos, cómo se hace, porque yo soy profesional en echar de menos.

Muy buen poema Rosa.

Un abrazo.

No echar de menos es muy difícil, por no decir imposible, Antonia. Sin embargo, la vida nos empuja a continuar, es como una forma de supervivencia, una manera de no volver la mirada mucho tiempo hacia el pasado, para no sucumbir. Así lo siento yo y así intento expresarlo lo mejor que puedo.

Ah, y de hormiguita nada de nada. Ni lo pienses. La espontaneidad, la autenticidad y la valentía no son cualidades muy comunes (y tú reúnes todas ellas), y eso hace que tus poemas irradien siempre una luz especial. (Lo digo en serio).

Abrazos.

Rosa Marzal escribió:No echar de menos es muy difícil, por no decir imposible, Antonia. Sin embargo, la vida nos empuja a continuar, es como una forma de supervivencia, una manera de no volver la mirada mucho tiempo hacia el pasado, para no sucumbir. Así lo siento yo y así intento expresarlo lo mejor que puedo.

Ah, y de hormiguita nada de nada. Ni lo pienses. La espontaneidad, la autenticidad y la valentía no son cualidades muy comunes (y tú reúnes todas ellas), y eso hace que tus poemas irradien siempre una luz especial. (Lo digo en serio).

Abrazos.

Muchas Gracias.

Más de vuelta para ti.

Qué bien tratas la nostalgia y qué bello poema te inspira. Preciosos versos que he disfrutado.
Abrazos
Pilar

"y hasta las sombras que nos interpretan
se destruyen en su absurda transparencia."
El poema es para llevar completo, Rosa,
una cascada de imágenes para recrearse.
Todo un placer poético, compañera, felicidades.
Un abrazo

Querida amiga, magnifico poema que profundiza sobre la vida y con muchísimos versos que son poemas en sí mismos:

aquello que callamos veintitrés horas al día
para no despertar a los chacales

...y hasta las sombras que nos interpretan
se destruyen en su absurda transparencia.

No te he contado que entierro tu corazón
entre las cuatro insípidas paredes de nuestra vieja casa

No te he contado que últimamente agonizan los bosques

La ficción se pasea a menudo por las calles

Yo, bien lo sabes, sigo conversando a diario con el dios
de los pájaros.

He aprendido a no echarte de menos
demasiado.


Convoco cada noche
a los perros del silencio

Los he destacado para dejarte saber que hay una belleza suprema en tu poética, y de allí para el infinito, unos pocos pasos. Mis abrazos y felicitaciones, Rosa.

" hay una belleza suprema en tu poética, y de allí para el infinito, unos pocos pasos. "

Esta hermosa y afortunada frase de Marius coincide totalmente con lo que yo siento al leer tus poemas.

Nostalgia, brillantemente expuesta, firme, ojerosa, desapegada, diestra, eléctrica, roedora.

Abrazo enorme, querida amiga; felicitaciones muchas.

Es un lujo ser lector de esta página. Estáis un grupo de poetas, numeroso por suerte, ofreciendo a través de vuestra perfección formal y emoción de contenido, el más alto nivel de la poesía hoy .
Mis felicitaciones y un gran abrazo.

Genialidad de poema; desde el "últimamente", pasando por el "no te he contado" (como diría una amiga mía) y dejándose llevar por la memoria, o el silencio, o la nostalgia.
Agradece la lectura este adicto a las buenas letras.
Un abrazote, Rosa, de domingo.

Ese dios de los pájaros tiene que ser estupendo si te da ideas para poemas tan bellos como éste. Se tarda un poco en disminuir la nostalgia, al menos a mí me cuesta cerrar puertas. Algunas de esas puertas no se cerrarán nunca aunque el tiempo aterciopele el dolor.
Te felicito, Rosa.
Un abrazo.

Me alegra de que hayas disfrutado este poema, Pilar. Muchas gracias por tus palabras, querida amiga.

Abrazos.

Muchas gracias por tu amable huella, Rosario.

Abrazos.

Grande en su sencillez, enorme el mensaje. Gracias por tu poema-bálsamo.
Un abrazo

Un muy hermoso poema, Rosa, aparentemente sencillo, pero que en realidad esconde una elaboración técnica al alcance de muy pocos poetas. Hacer sencillo lo complejo y/o lo profundo en poesía creo que es un signo de excelencia en este arte, y tú lo logras constantemente. Mis felicitaciones y abrazos, querida amiga.