Nostalgia

[Javier Dicenzo]

Rosa me parece una creación muy interesante y con imágenes profundas, buena literatura de lo mejor del foro y con evolucionismo, podrías estar en lo simbólico.

[Pablo Ibáñez]

Rosa,

muy bien traído y muy bien escrito el poema, como siempre. Afinas tu sentido lírico en cada entrega. Has ido alargando el verso para dotar de contundencia y solemnidad tus composiciones. A mí me gustan mucho.

Abrazos.

[Lunamar Solano]

Precioso el recorrido de tus versos querida amiga... profundidad sensible y sonora...
Siempre bello leerte...feliz cumpleaños!
Te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

[Rosa Marzal]

Marius, muchas gracias por tus más que generosas palabras, todo un lujo viniendo de un Poeta (así, con mayúsculas) al que admiro profundamente.

Un gran abrazo, querido amigo.

[Rosa Marzal]

Mil gracias por tu amable huella , querida Hallie.

Un abrazo enorme para ti también.

[Rosa Marzal]

El lujo es contar con lectores como tú, Armilo.

Muchas gracias por tus palabras.

Abrazos.

[Rosa Marzal]

Agradezco tus palabras, Alonso, y me alegra que te haya gustado este poema.

Abrazos.

[Rafel Calle]

Muy bello trabajo, amiga Rosa. Escribes como los ángeles.
Felicidades.
Abrazos.

[Ramón Carballal]

Excelente poema, Rosa. Mi felicitación y un abrazo.

[Rafel Calle]

Año nuevo y poemas para siempre: Nostalgia, de Rosa Marzal.

[Ramón Castro Méndez]

Un maravilloso poema, trufado de desbordantes y preciosas imágenes y de gran calado lírico.
Enhorabuena.

Un afectuoso abrazo.

[Marisa Peral]

Intento aprender con este poema de Rosa a escribir mínimamente como ella y a erradicar esta nostalgia que me invade.
Felicidades, compañera, por esta bella forma de transmitir sensaciones y emoción.

Feliz 2022 y abrazos a montones.

[E. R. Aristy]

Nostalgia, vieja amiga:

Últimamente resbalas de entre mis dedos,
a pesar de que el reloj sigue bombeando con tu música maldita
las esperas.
Existen evidencias que se filtran entre las raíces
de aquello que callamos veintitrés horas al día
para no despertar a los chacales.
Los retratos palidecen mientras nos contemplan
como a legajos petrificados de tiempo
sin memoria,
y hasta las sombras que nos interpretan
se destruyen en su absurda transparencia.

No te he contado que entierro tu corazón
entre las cuatro insípidas paredes de nuestra vieja casa,
que es la tuya.

Allá fuera,
la vida transcurre como siempre.
Laboriosas hormigas
recorren, imparables, las aceras
grises e inhóspitas
de una ciudad que casi nunca duerme.

No te he contado
que últimamente agonizan los bosques
en el fuego de la ambición extrema.
A su funeral acuden vampiros
a roer ferozmente sus entrañas.

La ficción se pasea a menudo por las calles,
sube a los estrados, a los púlpitos.
Se contonea en plazas y mercados
donde incendiarias lenguas
estampan palabras de oropel
en los oídos de la muchedumbre.


Yo, bien lo sabes, sigo conversando a diario con el dios
de los pájaros.

He aprendido a no echarte de menos
demasiado.

Convoco cada noche
a los perros del silencio, para que acudan a lamer
las ausencias,
mientras saboreo lentamente la espuma
del último poema de amor
que se ahogó en el mar
de mi garganta.

Un poema hermoso para la tristeza hecha arte pot tu gran lirismo, Rosa.

[F. Enrique]

Yo, bien lo sabes, sigo conversando a diario con el dios
de los pájaros.

He aprendido a no echarte de menos
demasiado.

Convoco cada noche
a los perros del silencio, para que acudan a lamer
las ausencias,
mientras saboreo lentamente la espuma
del último poema de amor
que se ahogó en el mar
de mi garganta.

Se te echa de menos, Rosa, para que persistas subo este excelente poema.

Un abrazo.