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Acabo de sepultar a la primavera

Publicado: Mar, 24 Sep 2019 22:01
por A. Satír
He perdido el gusto de escribir,
no soy ningún poeta.
Acabo de sepultar en el patio a la primavera,
junto al esqueleto del viejo álamo,
al costado de los besos marchitos
que querían ser flores.
No estoy seguro si era realmente ella
o era uno de sus disfraces,
o si de verdad estaba muerta,
o solo jugaba a morirse entre sus hojas.
No tiene sentido seguir escribiendo,
enterré al poeta que fui junto a ella,
al costado del viejo árbol,
cerca de los marchitos besos
que querían ser mariposas.

Ha pasado un año desde que la sepulté
y me sepulté a mi mismo,
acabo de mirar por la ventana hacia el patio,
junto al esqueleto del viejo álamo,
habían una mariposas flotando,
estaba yo mismo naciendo en un lirio negro.

Re: Acabo de sepultar a la primavera

Publicado: Mar, 24 Sep 2019 23:42
por Óscar Distéfano
El poema es sobrecogedor. El tema es impactante. El desarrollo produce esa amarga sensación de no desear lo que sucede. En ese lirio negro quiero ver, no un nacimiento, sino un renacimiento. Mis aplausos, poeta.

Un abrazo.
Óscar

Re: Acabo de sepultar a la primavera

Publicado: Mié, 25 Sep 2019 10:36
por Ramón Castro Méndez
Me ha gustado el poema. Tiene un aire pesimista que resulta ciertamente impactante, aunque hay un renacimiento de la esperanza en su cierre. Lo dicho, me ha gustado pasar por tus letras.
Un abrazo.

Re: Acabo de sepultar a la primavera

Publicado: Mié, 25 Sep 2019 17:55
por Pilar Morte
Un poema triste que no quiere dejarse llevar por la amargura. Hay un renacimiento final. Un placer leerte.
Abrazos
Pilar

Re: Acabo de sepultar a la primavera

Publicado: Mié, 25 Sep 2019 20:02
por A. Satír
Gracias a todos chicos! creo que será lo último que subo, he perdido un poco el gusto por escribir.

Saludos!

Re: Acabo de sepultar a la primavera

Publicado: Vie, 27 Sep 2019 18:30
por E. R. Aristy
A. Satír escribió:He perdido el gusto de escribir,
no soy ningún poeta.
Acabo de sepultar en el patio a la primavera,
junto al esqueleto del viejo álamo,
al costado de los besos marchitos
que querían ser flores.
No estoy seguro si era realmente ella
o era uno de sus disfraces,
o si de verdad estaba muerta,
o solo jugaba a morirse entre sus hojas.
No tiene sentido seguir escribiendo,
enterré al poeta que fui junto a ella,
al costado del viejo árbol,
cerca de los marchitos besos
que querían ser mariposas.

Ha pasado un año desde que la sepulté
y me sepulté a mi mismo,
acabo de mirar por la ventana hacia el patio,
junto al esqueleto del viejo álamo,
habían una mariposas flotando,
estaba yo mismo naciendo en un lirio negro.

El paraíso es ese jardín donde arrinconado llora un corazón. Sus lágrimas le hacen florecer en la meditación en La flor. Buena meditación ayuno en todo, querido Satir. ERA