No soy yo.
Sí que soy yo.
No solo me ha costado adaptarme a este entorno,
sino que también alcanzo el éxtasis pensando que está todo amañado.
¿Qué clase de criatura soy?
No me torturo que yo sepa.
Me aíslo, no tengo predisposición a lanzarme a la piscina.
Cada vez Dios es más persistente en mis ideas.
¿Pero es Dios realmente?
Todo, en mi mente, pide su cabeza.
No tengo métodos ni medios para ello, parece.
Desde que "adquirí esta nueva patología", me he autoimpuesto una serie de normas.
Inducido por mí, de la mano de Ricardo, he llegado al mayor insulto a mi inteligencia.
"Ricardo, descansa, ya has hecho lo que debías.
Ahora solo queda echar el resto para destraumatizarte."
¿Recuerdas aquellos amoríos?
¿O eran ilusiones?
En cualquier caso, hizo en ti el efecto contrario su experiencia.
"En este laboratorio, no se admiten devoluciones."
"He llegado al final de mi existencia, y su finalidad no es suicida, ni homicida.
Estoy dispuesto a todo, menos a que descubran"
"Vienen a por mí.
No son extraterrestres.
Son todas las miradas."
"Mi estilo no está hecho para discutir.
Nadie ha profundizado en mí.
Dios lo ha querido así."
"¿Esperaban alguna idea nueva?"
"Yo vivo en una baldosa".