Hoy (A Rafel Calle)

[Javier Dicenzo]

Hoy

A Rafel Calle

Hoy, ante la renuncia de mis piedades en los huertos del crepúsculo cristalino,
las mujeres se enamoran de una rosa sin espinas.
Es tiempo de hablar, de amar…

Hoy, como los huertos heridos,
con las lactantes plantas y los miedos de sus ejércitos,
hoy, que vivo para escribir, te entrego las viñas.

Tu mundo no se rompió en la guerra,
tu amor no duró lo que era un río de cerezos,
tus hambres son de los niños que se enumeran.

Piedad
dioses.
Que no
es
no.
Y tú no retires las uñas que se arañan en los campos de concentración.

Tu alma crece como crecen los mares.
Tu alma ruge como los tigres de la tierra.
No mientas, no cedas, no reces,
tu rezo nocturno herirá los pájaros negros,
los nocturnos vinos y un pedazo de piedra gimiente.

Eres esa cara, esa sensación de la nada.

Porque hoy me enamoré de todas las mujeres,
pero perdí todos los placeres y a los dioses.
No me reces, porque si eres piedad
los peces mueren y nacen en la mar.

[Rafel Calle]

Hoy

A Rafel Calle

Hoy, ante la renuncia de mis piedades en los huertos del crepúsculo cristalino,
las mujeres se enamoran de una rosa sin espinas.
Es tiempo de hablar, de amar…

Hoy, como los huertos heridos,
con las lactantes plantas y los miedos de sus ejércitos,
hoy, que vivo para escribir, te entrego las viñas.

Tu mundo no se rompió en la guerra,
tu amor no duró lo que era un río de cerezos,
tus hambres son de los niños que se enumeran.

Piedad
dioses.
Que no
es
no.
Y tú no retires las uñas que se arañan en los campos de concentración.

Tu alma crece como crecen los mares.
Tu alma ruge como los tigres de la tierra.
No mientas, no cedas, no reces,
tu rezo nocturno herirá los pájaros negros,
los nocturnos vinos y un pedazo de piedra gimiente.

Eres esa cara, esa sensación de la nada.

Porque hoy me enamoré de todas las mujeres,
pero perdí todos los placeres y a los dioses.
No me reces, porque si eres piedad
los peces mueren y nacen en la mar.
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Lo primero, muchas gracias por la dedicatoria, amigo Javier.
Decirte que has crecido como poeta; desde que nos conocimos hasta hoy, has logrado subir tu nivel de escritor. Como muestra, este trabajo bien urdido, bien desarrollado y con bastantes momentos de poesía muy gratificante para el lector ávido de bellas sensaciones literarias.
Por cierto, te dejo una versión que corrige ciertos detalles de tu poema.
Ha sido un placer leerte. Felicidades.
Abrazos.

[Antonia Mauro]

No retires las uñas que se arañan en los campos de concentración.

Este verso es muy bueno.

Saludos a los dos, buen poema para el jefe.

[Javier Dicenzo]

Rafel gracias por tu apoyo.

[Javier Dicenzo]

Antonia gracias por tu comentario.

[Rafel Calle]

Arriba con este poema tan bello como interesante, amigo Javier.
Abrazos.

[Javier Dicenzo]

Rafel te aclaro que no podré mandar dinero a España así que no me tengas en cuenta para la asociación

[J. J. Martínez Ferreiro]

Gran poema, amigo Javier. Coincido en lo que dice Rafa, cada vez lo haces mejor.

Enhorabuena a los dos.

Abrazos y salud.

[Javier Dicenzo]

Gracias estimado Ferreiro por tu aclaración.

[xaime oroza carballo]

Hoy

A Rafel Calle

Hoy, ante la renuncia de mis piedades en los huertos del crepúsculo cristalino,
las mujeres se enamoran de una rosa sin espinas.
Es tiempo de hablar, de amar…

Hoy, como los huertos heridos,
con las lactantes plantas y los miedos de sus ejércitos,
hoy, que vivo para escribir, te entrego las viñas.

Tu mundo no se rompió en la guerra,
tu amor no duró lo que era un río de cerezos,
tus hambres son de los niños que se enumeran.

Piedad
dioses.
Que no
es
no.
Y tú no retires las uñas que se arañan en los campos de concentración.

Tu alma crece como crecen los mares.
Tu alma ruge como los tigres de la tierra.
No mientas, no cedas, no reces,
tu rezo nocturno herirá los pájaros negros,
los nocturnos vinos y un pedazo de piedra gimiente.

Eres esa cara, esa sensación de la nada.

Porque hoy me enamoré de todas las mujeres,
pero perdí todos los placeres y a los dioses.
No me reces, porque si eres piedad
los peces mueren y nacen en la mar.

Hermoso poema, Javier.
Gracias por compartir, amigo.
Un abrazo.

[E. R. Aristy]

Hoy

A Rafel Calle

Hoy, ante la renuncia de mis piedades en los huertos del crepúsculo cristalino,
las mujeres se enamoran de una rosa sin espinas.
Es tiempo de hablar, de amar…

Hoy, como los huertos heridos,
con las lactantes plantas y los miedos de sus ejércitos,
hoy, que vivo para escribir, te entrego las viñas.

Tu mundo no se rompió en la guerra,
tu amor no duró lo que era un río de cerezos,
tus hambres son de los niños que se enumeran.

Piedad
dioses.
Que no
es
no.
Y tú no retires las uñas que se arañan en los campos de concentración.

Tu alma crece como crecen los mares.
Tu alma ruge como los tigres de la tierra.
No mientas, no cedas, no reces,
tu rezo nocturno herirá los pájaros negros,
los nocturnos vinos y un pedazo de piedra gimiente.

Eres esa cara, esa sensación de la nada.

Porque hoy me enamoré de todas las mujeres,
pero perdí todos los placeres y a los dioses.
No me reces, porque si eres piedad
los peces mueren y nacen en la mar.

Bellas y diciente imaginería, Dicenso. Traen consigo tus versos un aire diáfano y a la vez misterioso. El hecho de ser un poema dedicado magnifica su belleza. Felicidades a Rafel por este bello regalo poético. Abrazos, ERA

[Pilar Morte]

Un poema hermoso de imágenes hondas y sentidas. Me gustó.
Abrazos

[Javier Dicenzo]

xaime gracias por tu comentario.

[Mirta Elena Tessio]

Hoy

A Rafel Calle

Hoy, ante la renuncia de mis piedades en los huertos del crepúsculo cristalino,
las mujeres se enamoran de una rosa sin espinas.
Es tiempo de hablar, de amar…

Hoy, como los huertos heridos,
con las lactantes plantas y los miedos de sus ejércitos,
hoy, que vivo para escribir, te entrego las viñas.

Tu mundo no se rompió en la guerra,
tu amor no duró lo que era un río de cerezos,
tus hambres son de los niños que se enumeran.

Piedad
dioses.
Que no
es
no.
Y tú no retires las uñas que se arañan en los campos de concentración.

Tu alma crece como crecen los mares.
Tu alma ruge como los tigres de la tierra.
No mientas, no cedas, no reces,
tu rezo nocturno herirá los pájaros negros,
los nocturnos vinos y un pedazo de piedra gimiente.

Eres esa cara, esa sensación de la nada.

Porque hoy me enamoré de todas las mujeres,
pero perdí todos los placeres y a los dioses.
No me reces, porque si eres piedad
los peces mueren y nacen en la mar.

Qué detalle Javier para con Rafel.
Encuentro bellos verso, bellas metáforas.
Hace que el poema brille.-
Abrazos . Feliz fin de agosto.

[Javier Dicenzo]

Xaime gracias por tu paso por mi obra y tu concepto preciso.