Editorial Alaire

Libérame, amor, para quererte,
del deshielo de abril, del viento frío,
del golpear continuo del hastío,
de este estar sin estar, de sorprenderte,

de haber llegado a ti, de conocerte.
De soñar con ser flor, torrente o río,
de este tentar tu corazón al mío
con el zaino capote de la suerte.

Martirio y sinrazón, dolor que ensalma,
es este ansiar -ansiando poseerte-
ser sólo sombra azul: tu mar en calma,

tu torre, tu pasión, tu contrafuerte.
Cuando la angustia se adueñe de mi alma:
libérame, amor, de esta no muerte.


Blanca Sandino

Dios, cuánta fuerza Blanca! Hace años ya, recuerdo haber entrado a una iglesia pequeñita en Ginebra, deben haber sido las 23 30(casi medianoche) Venía de un paseo emocional y largo. En ese momento sentí un sacudimiento casi físico...el lugar se avanlazó sobre mis tejidos.De pronto la noche tenía algo sagrado que confesarme.Te relato todo esto porque tu plegaria tan clásica y Monumental me ha hecho sentir lo mismo!

Ovación cerrada,

Hallie

muy expresivo el soneto que se desenvuelve
exaltado, vehemente.... arrebatado, casi místico


un gusto querida Blanca

te mando un abrazo

.

Me gusta mucho esta manera de pedir Blanca, de acabar la sombra, o es la luz lo que queremos terminar?

Abrazos, siempre es grato leerte

Pues me alegro, Hallie. Aunque me gustan muchísimo, no suelo escribir sonetos, me parecen muy difíciles, si lo hago -si lo hago ahora, es porque pienso, siempre lo he pensado, que el ritmo de los sonetos es capaz, por sí mismo, de sumerginos -como la música- en lo mejor del hombre, y en la belleza. Y la belleza es -en mi opinión- medicinal para el alma, o para el corazón, o para el centro de lo que sea, o para el yin-yan. O ... llámalo equis.


Tu recuerdo, gracias por contármelo, muchas, me ha emocionado. Y me ha recordado una pequeña iglesia -de un convento de clausura situado en Soria- maravillosa. Si puedes, visita Soria -eso sí, reserva hotel con anterioridad, pues cuando no es época de caza es época de pesca, y siempre están completos : )

Blanca

Hallie Hernández Alfaro escribió:Dios, cuánta fuerza Blanca! Hace años ya, recuerdo haber entrado a una iglesia pequeñita en Ginebra, deben haber sido las 23 30(casi medianoche) Venía de un paseo emocional y largo. En ese momento sentí un sacudimiento casi físico...el lugar se avanlazó sobre mis tejidos.De pronto la noche tenía algo sagrado que confesarme.Te relato todo esto porque tu plegaria tan clásica y Monumental me ha hecho sentir lo mismo!

Ovación cerrada,

Hallie

Exaltado, vehemente, arrebatado y casi místico... ¿Todo eso? Ya me gustaría, ya. Y cuánto, cuánto, me gustaría creermelo, Alonso. Gracias. Muchas.

Blanca

Alonso de Molina escribió:muy expresivo el soneto que se desenvuelve
exaltado, vehemente.... arrebatado, casi místico


un gusto querida Blanca

te mando un abrazo

.

.




Muy bello, Blanca.
Creo que es una plegaria, que en tono mucho más chavacano, todos hemos implorado alguna vez en nuestra vida -o seguimos implorando con cierta frecuencia, por piedad-
Otras veces he dicho que cuando una poesía me llega hondo, me gusta; indefectiblemente después me impele a coger lápiz y papel y escribir algún poema. Prometo poner encima alguno de tus versos.

Sobre la nariz generosa, es un legado genético de la clase noble -dicen-. A mi me gusta presumir con la mía en ese sentido. Además, el rostro siempre necesita de centros de atención, sino la vísta se dispersa, huye al exterior. Es lo que se llama atractivo.

Es una envidia de SONETO.
Felicitaciones, Blanca.



.

Magnífico soneto...
Se va solito, como el agua entre los dedos.
Precioso.

Libérame, amor, para quererte,
del deshielo de abril, del viento frío,
del golpear continuo del hastío,
de este estar sin estar, de sorprenderte,

de haber llegado a ti, de conocerte.
De soñar con ser flor, torrente o río,
de este tentar tu corazón al mío
con el zaino capote de la suerte.

Martirio y sinrazón, dolor que ensalma,
es este ansiar -ansiando poseerte-
ser sólo sombra azul: tu mar en calma,

tu torre, tu pasión, tu contrafuerte.
Cuando la angustia se adueñe de mi alma:
libérame, amor, de esta no muerte.


Blanca Sandino.

................................................................


Dime cómo suspiran las princesas en el cenit del verso prodigioso
que nos llega prendido de tu mano, talento y corazón a la ventura.

El dichoso carácter de tu albura que semeja al filósofo tirano,
inteligente verso, don ansioso, nos transporta al país de las sorpresas.

Te nombro la poeta del sosiego y te nombro, mujer, perpetuamente,
plegaria del ritual de los sentidos.

Alumbras el espíritu del ciego como un fanal hermoso al subconsciente;
norma de fe tu verso en mil latidos.

Enhorabuena por el soneto. Me ha encantado.
Recibe un fuerte abrazo.

Blanca Sandino, un soneto que me impresionó por su fuerza anímica, por la belleza del abordaje, por la elegancia de los recursos retóricos empleados, y por el brío de no usar licencias poéticas en una construcción que un poeta menos corajoso no osaría.
Soy toda halagos para tus versos, Blanca Sandino. Te leí por ahí que no sueles trabajar en sonetos, pero deberías hacerlo porque se te nota el pulso firme y la madera de sonetista.
Un abrazo amigo.

Sí, es una manera de pedir, Just. Pedir para dar; para poder dar.

Gracias. Muchas.

Blanca

Just Gafar escribió:Me gusta mucho esta manera de pedir Blanca, de acabar la sombra, o es la luz lo que queremos terminar?

Abrazos, siempre es grato leerte

Gracias, Víctor, por permitir que te llegue hondo.

ah, la nariz, la nariz... cachis, peasho... alergia que tengo, quillo, y eso que estamos en septiembre, uf...

Gracias.

Víctor Vergara Valencia escribió:.




Muy bello, Blanca.
Creo que es una plegaria, que en tono mucho más chavacano, todos hemos implorado alguna vez en nuestra vida -o seguimos implorando con cierta frecuencia, por piedad-
Otras veces he dicho que cuando una poesía me llega hondo, me gusta; indefectiblemente después me impele a coger lápiz y papel y escribir algún poema. Prometo poner encima alguno de tus versos.

Sobre la nariz generosa, es un legado genético de la clase noble -dicen-. A mi me gusta presumir con la mía en ese sentido. Además, el rostro siempre necesita de centros de atención, sino la vísta se dispersa, huye al exterior. Es lo que se llama atractivo.

Es una envidia de SONETO.
Felicitaciones, Blanca.



.

Qué bonita esa expresión: se va solito, como el agua entre los dedos. ¡Gracias!

Blanca

Lila Manrique escribió:Magnífico soneto...
Se va solito, como el agua entre los dedos.
Precioso.

Jo. Me has emocionado muchísimo. No sé qué más puedo decir. Bueno, sí lo sé, aunque la palabra gracias no me sirve.

Y un favor, y házmelo, ¿vale? Es precioso y se merece un título, y un espacio para él solito.


Muchas gracias.


Blanca

Rafel Calle escribió:

...............................................................


Dime cómo suspiran las princesas en el cenit del verso prodigioso
que nos llega prendido de tu mano, talento y corazón a la ventura.

El dichoso carácter de tu albura que semeja al filósofo tirano,
inteligente verso, don ansioso, nos transporta al país de las sorpresas.

Te nombro la poeta del sosiego y te nombro, mujer, perpetuamente,
plegaria del ritual de los sentidos.

Alumbras el espíritu del ciego como un fanal hermoso al subconsciente;
norma de fe tu verso en mil latidos.

Enhorabuena por el soneto. Me ha encantado.
Recibe un fuerte abrazo.

Te doy las gracias por tu lectura, y por tus palabras. Así es, no suelo escribir sonetos, me encantan, es cierto, y de cuando en cuando... me apetece mucho, aquí, en el foro, hay magníficos sonetistas, tanto chicas como chicos.

Gracias por tu ánimo. Muchas. Me ayuda a seguir mi batalla con otro (o contra otro : )

Blanca

Tania Alegria escribió:Blanca Sandino, un soneto que me impresionó por su fuerza anímica, por la belleza del abordaje, por la elegancia de los recursos retóricos empleados, y por el brío de no usar licencias poéticas en una construcción que un poeta menos corajoso no osaría.
Soy toda halagos para tus versos, Blanca Sandino. Te leí por ahí que no sueles trabajar en sonetos, pero deberías hacerlo porque se te nota el pulso firme y la madera de sonetista.
Un abrazo amigo.