En el ángulo obtuso (Espinelas)

[Marius Gabureanu]

Coincido con Rafel, un poema muy agradable de leer, un tanto filosófico, juguetón
a la hora de clavar su verdad. Abrazo y felicitaciones.

[Antonio Arjona]

Muchísimas Gracias Juan Manuel, un abrazo.

[Antonio Arjona]

Muy agradecido Armilo, un abrazo.

[Felipe Fuentes García]

Espléndidas espinelas, Antonio.
Mi felicitación y aplauso por el reconicimiento de la Administración.

Recibe un abrazo, compañero.
Felioe.

[Antonio Arjona]

Gracias Marius, un abrazo.

[Antonio Arjona]

Muy agradecido Felipe, un fuerte abrazo.

[Ricardo Linares]

Mis aplausos por estas Décimas espinelas, Antonio, sentidas y que más de uno nos sentimos reflejado parcialmente en ellas porque más de un poema he escrito en servilletas.
Un placer haber estado en tu arte poético.
Un abrazo con mi respeto.

[Ricardo Serna G]

Antonio


Hermoso poema... el llanto
y la poesía, y en un bar
me trae tristes recuerdos..
pero a pesar de eso admiro
tu magnífica forma de escribir
y entregar en ellos tu corazón...


Te felicito


Un abrazo fuerte, querido amigo y maestro

[Antonio Arjona]

Gracias Ricardo Linares, un abrazo.

[Antonio Arjona]

Gracias Ricardo Serna. Espero que tu recuperación vaya viento en popa. Un abrazo.

[javier eguilaz]

En un lugar apartado
al fondo del viejo bar,
con dos copas a la par
se encuentra desaliñado.
No es su vino el derramado,
sino el llanto del poeta
que en su raída libreta,
hoy plasma sus desventuras
mientras seca con premuras
su llanto en la servilleta.

Alejado de la gente
donde la luz se acobarda
y la tarde se hace parda,
el poeta es diligente.
Ajusta su anciana lente
mientras vuela la polilla
y en desvencijada silla,
prueba de su inspiración,
mas se le tuerce el renglón
cual se retuerce la armilla.

Allí, en el ángulo obtuso
mientras se aguza la pena,
masca la triste condena
que le impusiera el azar.
No sirve para rezar
y le cuesta dar perdón
al proceder sin razón
de las olas traicioneras
que con sus corvas tijeras,
cortaron el corazón.

Y le rechinan los dientes
con la mirada perdida
esperando ver con vida
a la mujer de sus mientes.
Mientras, sus llantos silentes
le corroen las entrañas.
Malas artes, malas mañas
usó la malvada muerte.
Mala su senda y su suerte,
malas sus frías guadañas.


Tan sólo puedo decir,
dejó escrito en su libreta,
que viajaré sin maleta
y sin prendas que vestir.
No quisiera hacer sufrir,
mas mi vida vale nada
sin un beso de mi amada
que, si me aguarda en el cielo,
será mi paz y consuelo
al final de mi jornada.

Antonio, buen canto -hoy apenado-
Un fuerte abrazo Poeta
salud!

[Antonio Arjona]

Gracias Javier, un abrazo.

[Ulises C.J.]

Una preciosa historia en una forma tan hermosa y tan bien estructurada que hubiera hecho dudar al mismo Lope de Vega si fue Vicente Espinel el creador de estos cantos.
Enhorabuena amigo.

[Antonio Arjona]

Gracias Ulises, eres muy amable. Un abrazo. Salud