Editorial Alaire

Para deconstruir unas lentejas
primero hay que guisarlas, Mariquilla.
¿Por qué te asombra, ardiente maravilla,
el que al fuego se peguen si las dejas?

¡Oh, cuán sesuda estrujarás las cejas
para sin sangre echarles la morcilla!
Se suda, sí, en la taza y en la hornilla,
que igual es al parir como conejas.

Si crece o corre o vuela, a la cazuela
sin lavar ni quitar el desperdicio,
que a hambre voraz absurdo es buen oficio.

Tú, en tanto, versicula, a ver si cuela,
que a verso lento yo obraré con creces
el milagro de dar panes y peces.

Ja ja ja, simpáticas y ocurrentes letras. Felicitaciones.

Gracias, Antonio, por leery comentar este metapoema. Saludos.

Un encantador soneto, Pablo, me ha hecho pasar un buen rato y sonreír, cosa que no hago a menudo. Mis abrazos.

nota: perdona por no responder a tus últimos mensajes que dejaste a mis poemas, pidiendo explicaciones acerca de lo que estuve pensando a la hora de escribirlos, ando muy desubicado y con falta de tiempo, algún día, cuando lleguen las respuestas por s mismas, sin yo tener que pensarlas, lo voy hacer, como siempre lo hago.

Muchas gracias, Marius. No te preocupes por lo otro: cuando quieras estaré encantado de recibir tur respuestas. Saludos.

Un soneto fresco, simpático, donde el poeta demuestra el dominio del oficio.

Todo un placer de lectura querido amigo.

Un abrazo.

¡Gracias! Saludos.

Hermoso trabajo, amigo Pablo.
Abrazos.

Rafel Calle escribió:Hermoso trabajo, amigo Pablo.
Abrazos.

Gracias, Rafel. Hombre, hermoso, lo que se dice hermoso... ¡Saludos!