Editorial Alaire

Puedo recordar el momento exacto,
la génesis de esta aventura,
el serpenteante camino de grafito y arcilla
tembloroso...

Enmudecieron las musas,
el silencio se hizo hormigón,
y mis manos fueron llagas
golpeando la puerta,

así me di cuenta....

Siempre han tenido razón
esas voces en mi cabeza,
que en ocasiones me intimidan,
que me susurran mentiras
disfrazadas de certeza,
una sobre otra como una presa que contiene
el sudor que genera el pánico.

Nadie puede hacerme más daño que yo,
en eso soy maestro,
y en huir por el parque La Quinta
despejando mis angustias en las caderas
del olvido.

Ni musas, ni heridas,
ni pétalos de sal,
ya no queda nada...

Los versos se marcharon,
se aburrieron de marcar el camino,
convirtieron el rumbo
en una cinta de Möbius
dejándome mareado y solo.

Perdido en un laberinto invisible,
las paredes son de viento...

Es la hora, compañeros,
la hora de cerrar el puño y golpear el teclado,
de desgastar los ojos y las manos,
de cercenar las ilusiones,
de descartar las salidas.

De arrancarme del alma las ganas,
de enfangar las neuronas...

Pues sí que hace efecto porque lograste versos hermosos que transmiten el instante vacío donde parece no hallarse la musa.
Me gustó el poema, compañero.
Abrazos
Pilar

Pilar Morte escribió:Pues sí que hace efecto porque lograste versos hermosos que transmiten el instante vacío donde parece no hallarse la musa.
Me gustó el poema, compañero.
Abrazos
Pilar

Pilar, gracias por tus palabras, siempre es una alegría recibir tus comentarios.

Un abrazo, compañera.

Punto y final, podría ser el título del poema que comentaste hace un momento, 15.45...

Nadie puede hacerme más daño que yo...pues en realidad sí, sí pueden hacernos mucho más daño del que podemos hacernos a nosotros mismos. Hay verdaderos maestros del mal. Del mal de verdad, de ese infernal, dantesco.

Es la hora...la hora de dar golpes contra la mesa o la pared. Yo quise hacer eso hace un momento, y sabes qué hice para calmarme? pues filloas, eso que algunos llaman erróneamente crepes, que no es lo mismo. Ya ves, ya ves.

Un abrazo.

Un recorrido vibrante y emotivo se despliega entre tus versos querido amigo...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Hola Liñan

Siempre es un gusto el leerte.

Me ha gustado mucho este poema. Un gran abrazo.

Cada qué tiempo el poeta reafirma su llamado a La Poesía. Me ha gustado mucho el examen poético que nos regalas, Israel. ERA

De todo el poema, me quedo con todo el poema.
La rabia, la furia, la impotencia, la súplica, sí, porque también advierto súplica que envuelve el poema, la fuerza con que pide lo que parece imposible, me atrapa.
Abrazos mediterráneos.