Tus recuerdos con los míos
Publicado: Sab, 10 Ago 2019 16:33
Tus recuerdos con los míos ( para papá )
Hoy paseé de nuevo por tu foto
y al llegar a la esquina de tus ojos,
entre tristes y cansados,
tus recuerdos me narraron
tu historia, colmada de ecos remotos.
Coronada de bosques milenarios,
lacerada por profundos barrancos,
tu adorada isla recuerda
tus pies andando descalzos
entre la arena y las piedras
de la humilde playa que amaste tanto.
El domingo era día de alpargatas.
Tus pasos tropezaron con los suyos
y decidieron caminar ya juntos
igual que lo hacen las olas
en su bello baile eterno.
Ya no eran largas las horas:
penosos días de trabajo duro
para comprar
dos pares de zapatos diminutos.
Decidiste el océano cruzar.
Veo tu miedo, dolor y pesar
aquella noche oscura y fría:
la soledad que se abría
en tu alma
al dejar a tu familia.
Vas a tierras remotas a encontrar
la esperanza , oculta en el palmeral.
Veo el sudor que te ciega y tu esfuerzo.
Generoso y de corazón abierto
a todo aquel que llegaba
al cobijo de tu casa:
ya no era una patria extraña
y con pericia de buen marinero
agrupaste a los tuyos en tu puerto.
Y en mi deambular por tu pasado
tus recuerdos y los míos se hallaron.
Volvimos a las islas de tus padres,
y ya eran cinco los pares
de zapatos que llenar
en las noches del cinco al seis de enero.
Con papel de caramelos me hacías
bellas joyas de regalo.
Yo ,sentada en tu regazo,
tu princesa me sentía.
Diseñaste y forjaste fuertes vigas
que sostienen y afirman nuestras vidas:
unidos, honestos, de ti orgullosos.
¡Te nos fuiste demasiado pronto!
© Ángeles Hdez Cruz
Hoy paseé de nuevo por tu foto
y al llegar a la esquina de tus ojos,
entre tristes y cansados,
tus recuerdos me narraron
tu historia, colmada de ecos remotos.
Coronada de bosques milenarios,
lacerada por profundos barrancos,
tu adorada isla recuerda
tus pies andando descalzos
entre la arena y las piedras
de la humilde playa que amaste tanto.
El domingo era día de alpargatas.
Tus pasos tropezaron con los suyos
y decidieron caminar ya juntos
igual que lo hacen las olas
en su bello baile eterno.
Ya no eran largas las horas:
penosos días de trabajo duro
para comprar
dos pares de zapatos diminutos.
Decidiste el océano cruzar.
Veo tu miedo, dolor y pesar
aquella noche oscura y fría:
la soledad que se abría
en tu alma
al dejar a tu familia.
Vas a tierras remotas a encontrar
la esperanza , oculta en el palmeral.
Veo el sudor que te ciega y tu esfuerzo.
Generoso y de corazón abierto
a todo aquel que llegaba
al cobijo de tu casa:
ya no era una patria extraña
y con pericia de buen marinero
agrupaste a los tuyos en tu puerto.
Y en mi deambular por tu pasado
tus recuerdos y los míos se hallaron.
Volvimos a las islas de tus padres,
y ya eran cinco los pares
de zapatos que llenar
en las noches del cinco al seis de enero.
Con papel de caramelos me hacías
bellas joyas de regalo.
Yo ,sentada en tu regazo,
tu princesa me sentía.
Diseñaste y forjaste fuertes vigas
que sostienen y afirman nuestras vidas:
unidos, honestos, de ti orgullosos.
¡Te nos fuiste demasiado pronto!
© Ángeles Hdez Cruz