Editorial Alaire

Hubo un cierto momento
en el que el horizonte
quiso inventar, de pronto, la longitud de un día
y desde entonces cualquier rostro se aclara o se oscurece
y toma un tono exacto en función de la hora,
del peso de silencio que obre en su corazón,
de aquella vecindad que procuran las sombras
cuando son de materia inadvertida.

El que se queda aquí, se queda con lo puesto;
una cuerda amarrada al cielo de lo absurdo,
la desnudez cubierta por la brisa del mar y sus escombros,
su manera espumosa de parecer un sorbo indispensable.
Hasta que, por sorpresa, el castillo se ablanda
y caen hasta morirse sus almenas,
sus nubes de mañana sobre el suelo,
y manzanas de piedra como torrentes rotos.


Manuel Sánchez

Es la primera vez que te leo, y me sorprenden tus buenas maneras poéticas.
Será obligado seguir tus escritos.
Bienvenido al foro.

Un abrazo.

Qué buen poema, Manuel,la segunda estrofa me la llevo puesta.Genial.
Un abrazo, compañero.

Manuel , qué grande y bello poema! Te luces en honda imagineria! Cada verso se funde sin bordes en un paisaje absoluto y espléndido . Mi admiración y respeto, poeta!


Hubo un cierto momento
en el que el horizonte
quiso inventar, de pronto, la longitud de un día
y desde entonces cualquier rostro se aclara o se oscurece
y toma un tono exacto en función de la hora,
del peso de silencio que obre en su corazón,
de aquella vecindad que procuran las sombras
cuando son de materia inadvertida.

El que se queda aquí, se queda con lo puesto;
una cuerda amarrada al cielo de lo absurdo,
la desnudez cubierta por la brisa del mar y sus escombros,
su manera espumosa de parecer un sorbo indispensable.
Hasta que, por sorpresa, el castillo se ablanda
y caen hasta morirse sus almenas,
sus nubes de mañana sobre el suelo,
y manzanas de piedra como torrentes rotos.


Manuel Sánchez

Un placer de lectura. Saludos.

J. J. Martínez Ferreiro escribió:Es la primera vez que te leo, y me sorprenden tus buenas maneras poéticas.
Será obligado seguir tus escritos.
Bienvenido al foro.

Un abrazo.

Amigo J.J, soy Manuel Sánchez, obligado a utilizar seudónimo.
Un abrazo.

Rosario Martín escribió:Qué buen poema, Manuel,la segunda estrofa me la llevo puesta.Genial.
Un abrazo, compañero.

Hola , Rosario. Me alegra mucho tu valoración del poema. Uno no sabe nunca si lo que escribe va a gustar o no. Esto del gusto es tan personal... y tiene algo de misterioso.
Muchas gracias por tu lectura y tu amable comentario.
Un abrazo.

E. R. Aristy escribió:Manuel , qué grande y bello poema! Te luces en honda imagineria! Cada verso se funde sin bordes en un paisaje absoluto y espléndido . Mi admiración y respeto, poeta!


Hubo un cierto momento
en el que el horizonte
quiso inventar, de pronto, la longitud de un día
y desde entonces cualquier rostro se aclara o se oscurece
y toma un tono exacto en función de la hora,
del peso de silencio que obre en su corazón,
de aquella vecindad que procuran las sombras
cuando son de materia inadvertida.

El que se queda aquí, se queda con lo puesto;
una cuerda amarrada al cielo de lo absurdo,
la desnudez cubierta por la brisa del mar y sus escombros,
su manera espumosa de parecer un sorbo indispensable.
Hasta que, por sorpresa, el castillo se ablanda
y caen hasta morirse sus almenas,
sus nubes de mañana sobre el suelo,
y manzanas de piedra como torrentes rotos.


Manuel Sánchez

Hola E.R.A. Me dejas un comentario extraordinario, amiga. Te agradezco mucho tu amabilidad y también la generosidad con la que tratas mis poemas en general. Muchas gracias y un fuerte abrazo.

Pablo Rodríguez Cantos escribió:Un placer de lectura. Saludos.

Hola , Pablo. Es una satisfacción el que te haya gustado el poema, y que hayas podido pasar un rato agradable con su lectura. Muchas gracias.
Un abrazo.

Belleza y sensibilidad siempre entre tus versos querido amigo...
Un gusto leerte cada vez...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy