Cielos color azafrán, cielos brunos
Publicado: Lun, 05 Ago 2019 23:24
Cielos color azafrán,
camisas de flores y almidón,
tejanos a piedra heridos de color
de rotos ataviados,
piel de tersa depilación
y cabellos de brillante gomina,
pulcritud en el aseo
con toques de perfume embriagador,
sin llama, sin pudor,
cuerpos esculpidos de pasarela
a golpes de tarjetero,
de paso erguido y pausado,
con suela de cuero
y tafilete suave y elegante.
De cielos color azafrán,
de azul reinante de sol y cielo,
sin nada que temer,
por mucho por conocer,
ignorantes del hambre y el miedo.
Por cielos brunos
de sombras cautivas azabache,
girones de tela y mugre,
piel sedienta,
arrugada de tristeza,
con fragancia a basura
y alimentos de vitamina callejera,
de paso lento y derrotado,
con calzado de boutique de cartón,
piel de plástico y hebra de estercolero.
De cielos brunos, oxidados,
sombras de negro azabache,
nubes en rebeldía,
sol cautivo y pendenciero,
sin un dios que los proteja,
sin un clero que les aligere la carga,
con mucho que temer,
por mucho que conocer,
esclavos del hambre y del miedo.
De cielos color azafrán,
de cielos brunos,
la vida vestida de lujo,
la vida vestida de miseria.
La vida, vida,
la muerte en vida.
camisas de flores y almidón,
tejanos a piedra heridos de color
de rotos ataviados,
piel de tersa depilación
y cabellos de brillante gomina,
pulcritud en el aseo
con toques de perfume embriagador,
sin llama, sin pudor,
cuerpos esculpidos de pasarela
a golpes de tarjetero,
de paso erguido y pausado,
con suela de cuero
y tafilete suave y elegante.
De cielos color azafrán,
de azul reinante de sol y cielo,
sin nada que temer,
por mucho por conocer,
ignorantes del hambre y el miedo.
Por cielos brunos
de sombras cautivas azabache,
girones de tela y mugre,
piel sedienta,
arrugada de tristeza,
con fragancia a basura
y alimentos de vitamina callejera,
de paso lento y derrotado,
con calzado de boutique de cartón,
piel de plástico y hebra de estercolero.
De cielos brunos, oxidados,
sombras de negro azabache,
nubes en rebeldía,
sol cautivo y pendenciero,
sin un dios que los proteja,
sin un clero que les aligere la carga,
con mucho que temer,
por mucho que conocer,
esclavos del hambre y del miedo.
De cielos color azafrán,
de cielos brunos,
la vida vestida de lujo,
la vida vestida de miseria.
La vida, vida,
la muerte en vida.