La mierda que sobreviene a los ilusos
Publicado: Jue, 01 Ago 2019 10:43

Escribir sobre la muerte,
ese cúmulo inerte de tu huella
que camina sobre mí.
No te busco ni persigo.
No en esta ilusión que luego me hace trizas.
Soy quizá un visionario para cuestiones metafísicas.
Quizá la conciencia muda del programa electoral.
Sigo siendo el principio.
El tiempo es esa espira que no se hunde en sí misma.
No han podido cambiarme.
Ni tus armas dialécticas ni tus lloros de niña caprichosa.
Me has mandado a tomar viento.
No te tomo la palabra, pero he aprendido a respirar sin esfuerzo.
La última proeza.
Un último escollo:
Mi mente.
Lo de convertir todo en un juego de palabras
no tiene nada que ver con la poesía.
O sí.
Escribir de manera intelectual es el clásico de los desamparados.
O el libro de Petete.
Nadie puede profundizar en mí.
No antes que yo.
Quizá por ese pequeño detalle siga aquí para contarlo.
Nadie puede convencerme.
Mis razones y principios son básicos.
Caen de cajón.
No distingo delirios o paranoias de la auténtica verdad.
"No se puede indagar en mí.
Así como la muerte es su último recurso."
"Yo soy el círculo vicioso del que emanan los dioses que tanto han venido a dar por saco."
"Soy tan sencillo y tan de ideas fijas, que no se me puede comparar con nada."
Ustedes también podrían ser como yo.
Les bastaría con dejarse el alma para los restos.
Con dejarse los sesos en otras cuestiones.
Aquí no hay engaño ni engañabobos.
La fuerza de mis textos reside en el escepticismo humano.
Como señales de humo, o un circo ambulante.
"Todo lo que Yo escribo va dirigido a la incredulidad.
Si Yo creyese en Dios, no sería mi palabra el último obstáculo de mi mente.
Pero como eso no sucede, todo depende de la credibilidad de mis textos."
"Más que el hombre y que Dios.
En mi mundo no hay Dios porque no hay hombres."
"Dios es el mayor de mis fraudes.
Lo que están leyendo."