Editorial Alaire

Impávida ante la quietud del ojo de agua,
azul la crestería, al borde de los hombros
el surco-puente para qué. De meandro fósil
su perfil, hasta la delgadez del álamo.
Sin artificio el ribete, ya cesa el viaje en el cantil,
acostado su dorso en la silla taraceada,
se alza el tamiz del pintor hacia la luna de la frente,
el pelo levemente ensortijado, la desvaída faz entreverada,
la piel como voz de un filtro de aromas indelebles.
Su maquillaje el nudo de un espasmo, la mirada
no es mirada sino don de altos humos o briznas
que el aire transporta en su conveniencia de amor.
Un rostro y la comisura como el arpa dulce
que encandila la mortal querencia del suceso.
Triste o álgido misterio la misantropía del silencio,
te mira desde los recovecos adonde no llega la razón.
Descubre en la geometría de su nombre una sonrisa
de archipiélago, un cabo que trepa hasta su pecho
y desciende a la blancura de dos manos que se rozan
en la eternidad sin pausa de los siglos.

Ay Ramón, vaya cuadro de poesía que extiende su elegancia y fuerza evocadora más allá de cualquier mirada.

Impresionante, digno de todas las ovaciones.

Abrazos.

Hallie Hernández Alfaro escribió:Ay Ramón, vaya cuadro de poesía que extiende su elegancia y fuerza evocadora más allá de cualquier mirada.

Impresionante, digno de todas alas ovaciones.

Abrazos.

Gracias, Hallie, por tus generosas palabras. Un abrazo.

Hace falta algo más que la mirada
para admirar un cuadro...
Hermosa lección de arte, Ramón,
qué bien dibujas en verso, compañero.
Un placer de lectura, un abrazo.

Lo dicho... muy bello, sensible, colmado de detalles querido amigo...
Un gusto siempre...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Esa pintura de Leonardo es fascinante y leo todo cuanto pueda aportar una nueva visión a este arquetipo universal que es la emperatriz, la Madre universal.
En este poema, eché en falta esa pizca de surrealismo que me encanta de tu poesía.
Un abrazo amigo

Muy bello trabajo, amigo Ramón.
Felicidades.
Abrazos.

Arriba siempre Ramón.

Abrazos.

Un recorrido muy bello por este genial cuadro. Qué bien miras, Ramón. Me gustó mucho.
Abrazos
Pilar

Hermoso poema a La Gioconda, Ramón. Una obra por la cualq se pelean Francia e Italia hasta el momento uy que Leonardo D Vinci ocultó por largo tiempo. La historia cuenta que Da Vinci fue comisionado a pintar a cierta dama de la sociedad, pero que él no devolvió nunca el cuadro.

Tu poema es una obra de arte dentro de una obra de arte, precioso y con características propias.

Se especula que parte del gran misterio que emana el rostro de Monna Lisa es que se trata de un auto retrato. Da Vinci en drags?

Ha sido una agradable lectura. ERA