Editorial Alaire

Encontré al dios metálico
de las improbabilidades
y le pregunté, rencoroso como la nieve
cuando descubre que cae del cielo,
si mi alma era una improbabilidad o un metal.
Y el dios metálico de la nieve me respondió:
recito, porque tengo nudos en la garganta
y no quiero escupir sobre la humanidad,
recito víboras
entre hojas de otoño que murmuran
cartas en blanco de la noche/
desde que decidí que mis párpados tienen caducidad,
soy dueño de una muerte temblorosa y de pies sucios;
atado a mis ecuaciones de ceniza,
dueño de curvatura extravagante,
recito vidas de gnomo,
y crepúsculos que se amarran uno al otro
en una ciudad ilusoria,
y mi idioma materno
son tres mil silencios por segundo








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Marius Gabureanu escribió: y le pregunté (,) rencoroso como la nieve
cuando descubre que cae del cielo (,)
si mi alma...

desde que decidí que mis párpados tienen caducidad (,)
soy dueño de una muerte tembloroso (a) y de pies sucios;

y mi idioma materna (o)
son tres mil silencios por cada segundo

Te he señalado amigo algunas comas para la respiración jjajajja y alguna concordancia de género que se pasó por lapsus.
Me ha gustado mucho el poema sobre el que te comentaré más detenidamente mis impresiones.
Un abrazo

Querido amigo...me gusta llegar después de un tiempo y toparme con un poema tuyo..es como respirar ese aire que rebusco, encontrar el medio para reconocerse.
La realidad se desdibuja e igualmente se traza con fuerza, como un grito que sueña ser susurro, nieve y metal como espejos del alma que se sabe parte de la ecuación de lo posible y lo improbable.
Me ha gustado, como todo lo tuyo.
Abrazo gigante

ArmiLo, muchas gracias por dejarme saber, me alegra mucho tu presencia. Mis abrazos, querido amigo.

Ventura, muchas gracias por leer, querido amigo, y por dejarme tan hermoso comentario. Mis abrazos.

Un latido contundente que desnuda su caminar tatuado...
Un gusto leerte querido amigo...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

En ocasiones la nieve pareciera que no cae del cielo, sino que aparece de pronto como de la nada, mágicamente de una chistera

Alejop!

Y te quedas alucinada y boquiabierta como un niño que ve sus regalos bajo el árbol.

Hay recitados y voces que atraviesan venas y nudos, que producen el mismo efecto mágico que la nieve cuando cae insólitamente bajo el sol.

Me has transportado al invierno y se agradece con este calorazo.

Ahora mismo estoy muy lejos, en un bosque nevado donde el cielo está más cerca. Un inmenso bosque en el que se habla otro idioma del que apenas conozco unas cuantas palabras. Pero con las hadas y los gnomos es muy fácil entenderse.

El silencio ayuda a las personas a entenderse mejor, estoy convencida. Últimamente no soporto las voces y griteríos en el trabajo, sólo molestan.

Milbesos.

Me ha gustado mucho todo el poema, amigo Marius, pero especialmente los ocho primeros versos (con ese dios que se niega a escupir sobre la humanidad) que me parecen una genialidad.
Mi enfervorecido aplauso, Marius.

Un abrazo.

[quote="Marius Gabureanu"

atado a mis ecuaciones de ceniza,
dueño de curvatura extravagante,
recito vidas de gnomo,
y crepúsculos que se amarran uno al otro
en una ciudad ilusoria,
y mi idioma materno
son tres mil silencios por segundo

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Un buen poema, Marius, me gustaron de manera especial los últimos versos. Mis felicitaciones por tu ingenio y originalidad poética.
Un abrazo, querido amigo.

Me encanta deslizarme por tus versos.
Disfruto ese paisaje tuyo.
Abrazos
Pilar

Me gustó mucho.
Es un poema muy original.
Abrazos.

Marius Gabureanu escribió:Encontré al dios metálico
de las improbabilidades
y le pregunté, rencoroso como la nieve
cuando descubre que cae del cielo,
si mi alma era una improbabilidad o un metal.
Y el dios metálico de la nieve me respondió:
recito, porque tengo nudos en la garganta
y no quiero escupir sobre la humanidad,
recito víboras
entre hojas de otoño que murmuran
cartas en blanco de la noche/
desde que decidí que mis párpados tienen caducidad,
soy dueño de una muerte temblorosa y de pies sucios;
atado a mis ecuaciones de ceniza,
dueño de curvatura extravagante,
recito vidas de gnomo,
y crepúsculos que se amarran uno al otro
en una ciudad ilusoria,
y mi idioma materno
son tres mil silencios por segundo




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Marius, La singularidad de la búsqueda da paso a la obra maestra que es nuestro protagonismo. Tu peculiar modo de forjar las imagenes madura frutos de suculenta poesía. ERA