Perro abandonado
Publicado: Mar, 09 Jul 2019 10:55
Todas las calles del pueblo
huelen a largas soledades.
Todas las casas cierran sus ojos
erizados de verjas
y caricias de herrumbre
que rasgan los cojines
y los huesos de goma.
Va comiendo cadáveres de asfalto
el que no sirvió Adonis para morder el aire,
el marcado en el muslo con el signo de omega,
el que pudo ser lobo y se quedó en peluche
abandonado por la luna.
Ya vienen los niños con cuerdas y palos
sobre cuatro corceles de fuego.
Sus dientes, rabiosas heridas de plata;
sus manos, pavorora erección de pulgas.
¡Ay, perro abandonado!
¡Si yo pudiera darte un nombre y un anillo!
Un instante.
Sólo un instante.
Sólo un instante largo
de agonía enroscada en espiral.
Cuello menguante
y carne creciente a los cráteres del dolor.
huelen a largas soledades.
Todas las casas cierran sus ojos
erizados de verjas
y caricias de herrumbre
que rasgan los cojines
y los huesos de goma.
Va comiendo cadáveres de asfalto
el que no sirvió Adonis para morder el aire,
el marcado en el muslo con el signo de omega,
el que pudo ser lobo y se quedó en peluche
abandonado por la luna.
Ya vienen los niños con cuerdas y palos
sobre cuatro corceles de fuego.
Sus dientes, rabiosas heridas de plata;
sus manos, pavorora erección de pulgas.
¡Ay, perro abandonado!
¡Si yo pudiera darte un nombre y un anillo!
Un instante.
Sólo un instante.
Sólo un instante largo
de agonía enroscada en espiral.
Cuello menguante
y carne creciente a los cráteres del dolor.