Editorial Alaire

...

Desconectado
de la eléctrica sonoridad de la luz
me envuelvo en el fluido mineral
de los aceites primeros de la tierra
comprimidos en esta música
de los cuerpos al chocar estrellas.

No sé qué pensar
cuando los tallos vírgenes se anudan
a las rocas. Tan débiles, temblorosos
en la noche cuadrada en los espejos
duplicados, vida.

Deduzco de los contrastes
que entender consiste en trepar
las paredes encaladas del huerto
donde germina el silencio.

Hurtar ciruelas
sin temor a pecar por la vegetal carne
al abrirse, sin pudor, desnuda al cielo.
Las manzanas
tienen la densidad del pecado, temor.

Prefiero el huerto al paraíso,
la sal al azúcar
de los destemplados días inflados
sin misterio, vestidos de domingo.

Las plantas parecen ajenas a mí
pero las he visto sonreír
ocultas en las cifras de la noche.

...

Interesante poema, Ignacio. Me ha gustado mucho esto que dices: "prefiero el huerto al paraíso". Parecería toda una declaración poética. Saludos.

Precioso poema de imágenes que atraen. Me gustó leerte.
Abrazos
Pilar

Ignacio Mincholed escribió:...

Desconectado
de la eléctrica sonoridad de la luz
me envuelvo en el fluido mineral
de los aceites primeros de la tierra
comprimidos en esta música
de los cuerpos al chocar estrellas.

No sé qué pensar
cuando los tallos vírgenes se anudan
a las rocas. Tan débiles, temblorosos
en la noche cuadrada en los espejos
duplicados, vida.

Deduzco de los contrastes
que entender consiste en trepar
las paredes encaladas del huerto
donde germina el silencio.

Hurtar ciruelas
sin temor a pecar por la vegetal carne
al abrirse, sin pudor, desnuda al cielo.
Las manzanas
tienen la densidad del pecado, temor.

Prefiero el huerto al paraíso,
la sal al azúcar
de los destemplados días inflados
sin misterio, vestidos de domingo.

Las plantas parecen ajenas a mí
pero las he visto sonreír
ocultas en las cifras de la noche.

...

Precioso poema, estimado amigo, Ignacio Mincholed. Muchas gracias, por compartir.
Un abrazo.
BEGOÑA.

Ignacio Mincholed escribió:...

Desconectado
de la eléctrica sonoridad de la luz
me envuelvo en el fluido mineral
de los aceites primeros de la tierra
comprimidos en esta música
de los cuerpos al chocar estrellas.

No sé qué pensar
cuando los tallos vírgenes se anudan
a las rocas. Tan débiles, temblorosos
en la noche cuadrada en los espejos
duplicados, vida.

Deduzco de los contrastes
que entender consiste en trepar
las paredes encaladas del huerto
donde germina el silencio.

Hurtar ciruelas
sin temor a pecar por la vegetal carne
al abrirse, sin pudor, desnuda al cielo.
Las manzanas
tienen la densidad del pecado, temor.

Prefiero el huerto al paraíso,
la sal al azúcar
de los destemplados días inflados
sin misterio, vestidos de domingo.

Las plantas parecen ajenas a mí
pero las he visto sonreír
ocultas en las cifras de la noche.

...

Deduzco de los contrastes
que entender consiste en trepar
las paredes encaladas del huerto
donde germina el silencio.


Nos adentras a luces internas dejando ver las dos noches, los dos jardines.

Hurtar ciruelas
sin temor a pecar por la vegetal carne
al abrirse, sin pudor, desnuda al cielo.
Las manzanas
tienen la densidad del pecado, temor.


Nos adentras a la sensualidad en su exotico huerto, sus hambres de conocimiento intimo de cuanto acontece en tu entorno, en tu aleacion con tu mente y tu energia vital.


me envuelvo en el fluido mineral
de los aceites primeros de la tierra
comprimidos en esta música
de los cuerpos al chocar estrellas


Es una simbiosisi conciente que nos revelas, Ignacio. Belleza, profundidad, eleccion libre. Me maravilla! ERA

Un hermoso trabajo que visiona y sostiene lo mejor de la enfática luz.

Celebro mucho leerte, Ignacio.

Un abrazo.

Profundidad sensible que va desnudando la visión luminosa querido amigo...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Hola Ignacio.
Algunas imágenes me han parecido muy logradas, otras no tanto.
Lo bello para mí de este poema radica en la comunión de lo conocido con lo sensorial.
Resulta muy agradable el devenir de ciertos versos con la aceptación de lo que nos rodea.
Por otro lado, el afán de poetizar el cómputo de esto último con lo innumerable del misterio.
Y el encanto de salvar lo positivo de cada ráfaga de luz que nos revela ante el tiempo.
En resumen, es un texto cargado de lirismo "conformista".
Esto es lo que nos marca o nos desmarca de nuestra propia concepción.
Asociar lo puro, lo limpio, con la virtud analítica.
Profundo.
Abrazos.

Aplaudo la razón de tu poema yme conecto a ti esperando ser una razón usada y vieja, y con toda su forma ardiente


un abrazo