Ni tu ni yo...nosotros
Publicado: Lun, 01 Sep 2008 12:29
Y él le dice no conocer el miedo
Le reza al oído un inventario de sentimientos
Y ella le dice que habita en el miedo
Es más proclama
¡ Soy el miedo!
Y le arranca gruñidos de animal enjaulado
Hasta tenerle cercada la entrepierna
Arden perdidos
Se embaucan en gemidos y lengüeteos de boa
Perdidos arden
Ríe al fin él
Cuando tiene su cabello esparcido en sus manos
Gruñe ella
Cuando le huele el miedo
Ante el abismo de sus piernas abiertas
Gimen por no lisiarse
Más allá de lo que son
Él entra en ella
Pero no quiere que se pierda en su fuerza
Ella cabalga encima
Él tiene su cabello esparcido en sus manos
Acaricia su cuerpo
Y la pelusa de su respiración entrecortada
Erige su pezón
Ella entregada
Le guía en su geografía
Y le baila al oído
Las cenizas del miedo
Se rozan
Se tocan
Se lamen
Y hacen
Salir al instinto de la cueva
Ya no se oprimen
Se entregan más allá de ellos
Penetrándose
En un placer lento
Expandiéndose
Deshaciendo como piel muerta
Su juego de flaqueza
Y él le rastrea a ella
Mientras ella le rastrea a él
Ni tú ni yo parecen decirse
Y es como si se les cayera el techo encima
Cuando un espasmo sublime
Les trae
La fina lluvia del nosotros
Le reza al oído un inventario de sentimientos
Y ella le dice que habita en el miedo
Es más proclama
¡ Soy el miedo!
Y le arranca gruñidos de animal enjaulado
Hasta tenerle cercada la entrepierna
Arden perdidos
Se embaucan en gemidos y lengüeteos de boa
Perdidos arden
Ríe al fin él
Cuando tiene su cabello esparcido en sus manos
Gruñe ella
Cuando le huele el miedo
Ante el abismo de sus piernas abiertas
Gimen por no lisiarse
Más allá de lo que son
Él entra en ella
Pero no quiere que se pierda en su fuerza
Ella cabalga encima
Él tiene su cabello esparcido en sus manos
Acaricia su cuerpo
Y la pelusa de su respiración entrecortada
Erige su pezón
Ella entregada
Le guía en su geografía
Y le baila al oído
Las cenizas del miedo
Se rozan
Se tocan
Se lamen
Y hacen
Salir al instinto de la cueva
Ya no se oprimen
Se entregan más allá de ellos
Penetrándose
En un placer lento
Expandiéndose
Deshaciendo como piel muerta
Su juego de flaqueza
Y él le rastrea a ella
Mientras ella le rastrea a él
Ni tú ni yo parecen decirse
Y es como si se les cayera el techo encima
Cuando un espasmo sublime
Les trae
La fina lluvia del nosotros