Editorial Alaire

HORIZONTES

El niño no comprende el horizonte,
¡no concibe un final! Todo se estrena
de nuevo —¡a cada instante!— y en su almena
no hay cielo que su asombro no remonte.

El joven es la sangre del bisonte.
Su horizonte es el cable que enajena
su alma funambulista. Es la verbena
que luce en el collado añil del monte.

El adulto no espera ya más bises
y en su horizonte duerme lo que ha sido
de ese joven que quiso ser Ulises.

...Y el latido del viejo es el zumbido
de un horizonte de horizontes grises
que se pierde en un punto del olvido.

Kalkbadan
En Madrid, a 29 de junio de 2019

Andreas S. escribió:HORIZONTES

El niño no comprende el horizonte,
¡no concibe un final! Todo se estrena
de nuevo —¡a cada instante!— y en su almena
no hay cielo que su asombro no remonte.

El joven es la sangre del bisonte.
Su horizonte es el cable que enajena
su alma funambulista. Es la verbena
que luce en el collado añil del monte.

El adulto no espera ya más bises
y en su horizonte duerme lo que ha sido
de ese joven que quiso ser Ulises.

...Y el latido del viejo es el zumbido
de un horizonte de horizontes grises
que se pierde en un punto del olvido.

Kalkbadan
En Madrid, a 29 de junio de 2019

Es un poema que deberia desencadenar la pregunta ¿Qué hay más allá del horizonte?. Me gustan tu poema reflexive y profundo, Andreas. ERA

Andreas S. escribió:HORIZONTES

El niño no comprende el horizonte,
¡no concibe un final! Todo se estrena
de nuevo —¡a cada instante!— y en su almena
no hay cielo que su asombro no remonte.

El joven es la sangre del bisonte.
Su horizonte es el cable que enajena
su alma funambulista. Es la verbena
que luce en el collado añil del monte.

El adulto no espera ya más bises
y en su horizonte duerme lo que ha sido
de ese joven que quiso ser Ulises.

...Y el latido del viejo es el zumbido
de un horizonte de horizontes grises
que se pierde en un punto del olvido.

Kalkbadan
En Madrid, a 29 de junio de 2019

Buen poema, con pregunta.

Un abrazo.

Qué bien has expuesto la vida repartida en edades y sus horizontes.
Me gustó leerte.
Abrazos
Pilar

Andreas S. escribió:
...Y el latido del viejo es el zumbido
de un horizonte de horizontes grises
que se pierde en un punto del olvido.

Un hermoso recorrido por las diferentes etapas de la vida de las personas, Andreas. Yo creo que de pequeños o de mayores el niño que llevamos dentro es el que más manda de todos, aunque en los periodos "intermedios" a veces nos pensemos que lo hemos superado . Me gustó especialmente el último terceto (¿se dice así no? ). Un gran abrazo amigo.

Muy interesante este soneto de horizontes humanos, no hay un valor absoluto de la realidad, solo el entusiamo o la desidia con la que la miramos.

Todo un placer de lectura.

Un abrazo.

Ahí está el secreto, en mirar la vida con ojos de niño y en no perder la capacidad de asombro. Y en esperar más bises, cómo no.
Buen poema Andreas, mente pensante. Seguro que de pequeño eras como Viki el vikingo, igual ni te acuerdas. Ala, que voy a descubrir mi fecha jaja y no quiero.

Un abrazo.

Hermoso e interesante trabajo, amigo Andreas.
Abrazos.