Editorial Alaire

Y es que las tías Norma son de andar por casa, pero ¡ay el que viva bajo su tutela! En el fondo hay que quererlas un poco, pues también tienen su corazoncito y su gracia , pero es preciso salir pitando lo antes posible, que si no, no nos emancipamos en la vida
Excelente sátira poética, Sergio. Felicitaciones y abrazos, amigo.

Tu tía es más débil que la mía pues me castiga si miro a otro lado.
U na forma ingeniosa de darla a conocer.
Me gustó leerte.
Abrazos
Pilar

Hola, Sergio. Rescato este poema que leí en su día y dejé sin comentar. Y lo merece, por el modo de explotar la polisemia del nombre. Es verdad que la tía Norma ya está muy mayor y es un poco maniática, pero yo creo que es un tesoro tenerla cerca: ella nos transmite una sabiduría acumulada durante siglos, y que es el aroma destilado de las mejores obras de nuestros padres en la poesía, ¿no crees? Saludos.

Un soneto divertido e inteligente que juega con la riqueza sem´antica de nuestro idioma. Al mismo tiempo, por su carácter metapoético, nos sirve de estímulo para una reflexión sobre el del verso hoy en día, siempre necesaria.
Un abrazo Oncina

Hermoso trabajo, amigo Valle.
Abrazos.

Valle Oncina escribió:Lo de mi tía Norma no es normal,
se sale de la media. Es una diva
de andar por casa, estrella a la deriva,
y se cree vedette, (Norma Duval).

Es una tía Tula poco actual;
obsesionada con la normativa,
caprichosa, mandona compulsiva,
metomentodo, vieja carcamal.

El único objetivo en su vejez
es asignar al menda un nuevo plan.
Para ser educado y no soez
a mi tía, con sorna, yo le digo:
¡Oh, sí, mi capitán, mi capitán!






Pero si pide breva le doy higo.

Gracia, salero, buen humor. Me ha divertido tu poema, Valle.