Editorial Alaire

Aferrarnos al aire,
inventar parábolas de luz, estirar sus arpegios
hasta que todas las notas se suiciden en un grito
indeleble: eso es vivir.


Fueron las últimas palabras
que tus labios nunca pronunciaron.

Y, te juro, trato de interpretar la melodía
de mis vísceras
mientras la realidad se me va comiendo por los pies.

Aferrarnos al aire
al tiempo que nos empuja contra el muro
de la vida un viento que no cesa.

A mi lado, una sombra se estira y encoge,
se encoge y estira hasta multiplicar por diez
su iracunda certeza.

Hay verdades que nos envenenan
con la hiel de su boca,
tenebrosos volcanes que supuran escarcha y lava
(negro fuego,
hielo rojo)
mientras yo
sigo pronunciando tu silencio:
me aferro al aire
o al fugaz vuelo de un cometa
a la maldita hora del crepúsculo
en que se tiñen de gris las amapolas.

Hola, Rosa. Noto en este poema un color algo más "negro" que de costumbre. Me ha gustado. Saludos.

Me parece un poema fantástico Rosa. Maravillosas las imágenes que nos regalas, preciosas y precisas, sin excesos, y un sentido del ritmo envidiable con un dominio absoluto del tiempo de recitado, fruto de una trabajada puntuación.
Y sobre todo, logras transmitir emoción en todos y cada uno de los versos.
Un abrazo

Qué precioso vuelo querida amiga... hay tanta verdad vibrando que emociona...
Un gusto siempre...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Rosa,

me gusta mucho el poema, amiga. La entradilla en cursivas me parece una manera muy potente de comenzar, con un encabalgamiento maravilloso para mi gusto:

hasta que todas las notas se suiciden en un grito
indeleble: eso es vivir.

El resto del poema parece orbitar sobre esa primera estrofa, intenta ampliarla o explicarla, sacar de ella alguna explicación o una respuesta o alivio a un sentir de pérdida, expresado y trasmitido con eficacia. Las notas de color y musicales le dan una textura lírica bella y original.

Aferrarnos a al aire

Aquí creo que sobra una “a”

Me gusta mucho, Rosa.
Un abrazo.

Aunque el poema muestra un presente doloroso, es tan bello que te atrapan sus versos.
Me gustó mucho. Felicidades
Abrazos
Pilar

Rosa Marzal escribió:Aferrarnos al aire,
inventar parábolas de luz, estirar sus arpegios
hasta que todas las notas se suiciden en un grito
indeleble: eso es vivir.


Fueron las últimas palabras
que tus labios nunca pronunciaron.

Y, te juro, trato interpretar la melodía
de mis vísceras
mientras la realidad se me va comiendo por los pies.

Aferrarnos al aire
al tiempo que nos empuja contra el muro
de la vida un viento que no cesa.

A mi lado, una sombra se estira y encoge,
se encoge y estira hasta multiplicar por diez
su iracunda certeza.

Hay verdades que nos envenenan
con la hiel de su boca,
tenebrosos volcanes que supuran escarcha y lava
(negro fuego,
hielo rojo)
mientras yo
sigo pronunciando tu silencio:
me aferro al aire
o al fugaz vuelo de un cometa
a la maldita hora del crepúsculo
en que se tiñen de gris las amapolas.

"Aferrarnos al aire
al tiempo que nos empuja contra el muro
de la vida un viento que no cesa."


Conmovedores y bellos versos, Rosa. Iracundos como ese fuego negro que no llega a derretir el hielo rojo de emociones polarizadas. Como siempre, tu buen hacer nos regala un impactante poema. Te felicito, poeta.ERA

Rosa Marzal escribió:Aferrarnos al aire,
inventar parábolas de luz, estirar sus arpegios
hasta que todas las notas se suiciden en un grito
indeleble: eso es vivir.



me aferro al aire
o al fugaz vuelo de un cometa
a la maldita hora del crepúsculo
en que se tiñen de gris las amapolas.

Un poema muy hermoso y bien escrito, Rosa. La estrofa inicial y los versos finales me gustaron de manera especial. Mis felicitaciones y abrazo, querida amiga.

Un poema sublime, querida amiga. Yo, que tengo un vocabulario bastante limitado en español, cuando veo todas esas palabras que , con lo mucho que quisiera, no tienen cabida en mi universo poético, por la razón de que poco las utilizo en la vida real, y por ende no me traen recuerdos, cuando veo como elaboras tus versos, la elegancia natural de tu forma de decir, las expresiones de océano, silbidos de delfín, llegas a nuestros sentidos sin perder la magia de lo desconocido, llegas y llegas y nos haces creer en la poesía. Muchos abrazos, Rosa.

Rosa Marzal escribió:Aferrarnos al aire,
inventar parábolas de luz, estirar sus arpegios
hasta que todas las notas se suiciden en un grito
indeleble: eso es vivir.


Fueron las últimas palabras
que tus labios nunca pronunciaron.

Y, te juro, trato interpretar la melodía
de mis vísceras
mientras la realidad se me va comiendo por los pies.

Aferrarnos al aire
al tiempo que nos empuja contra el muro
de la vida un viento que no cesa.

A mi lado, una sombra se estira y encoge,
se encoge y estira hasta multiplicar por diez
su iracunda certeza.

Hay verdades que nos envenenan
con la hiel de su boca,
tenebrosos volcanes que supuran escarcha y lava
(negro fuego,
hielo rojo)
mientras yo
sigo pronunciando tu silencio:
me aferro al aire
o al fugaz vuelo de un cometa
a la maldita hora del crepúsculo
en que se tiñen de gris las amapolas.

Magistral.

Simplemente, espectacular.

Besos.

Gracias por tu paso, Pablo. Sí, tiene un tono más negro, como dices, aunque yo he intentado resaltar la importancia de ese mensaje inicial del poema.

Celebro que te haya gustado.

Un abrazo.

Agradezco mucho tus palabras, Armilo.

Un honor que te haya gustado este poema, estimado amigo.

Abrazos.

Pues no seré yo quien contradiga a los compañeros que me han precedido, sobre todo porque demostraría ser un ignorante si no fuera capaz de admirar la belleza de este poema. El principio y el final me encantaron especialmente, el resto no desmerece en absoluto.
Felicidades Rosa

Aunque se tiñan de gris las amapolas yo te aplaudo por tu inspiración y tu buen hacer.

Un abrazo

Gracias por tu sensible huella, Nancy.

Abrazos, querida amiga.