Editorial Alaire

La espuma de los días desliza
su húmeda blancura de viento y vela.

La raya de sol empolvado,
donde las moscas encuentran su paraiso,
gira un grado más delante de mis codos.

El beso en la frente me dice que te vas
y los pasos que bajan escaleras de sueños
reberberan cayendo desmayados
como las cuentas del collar de pompas
con las que el pez azul oculta el despertar
de las algas muertas en el cáliz traslúcido
de la flor triunfante del jarrón de loza.

Un grado más
sigue girando la raya de sol empolvado
que ya se clava en la sombra del pasillo largo
y las moscas levantan su vuelo de cristales rotos
asustadas, quizás, por el manotazo de los soles caidos.

Allí al fondo justo, junto a la puerta del balcón cerrado
sentada en la silla del respaldo roto, la imagino
de luto y aún huelo los jazmines de su pelo
cuando tejía los ecos profundos de la memoria.
.

Bella y vibrante melancolía desnuda el cantar de tus versos querido amigo...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

Este grado más llega con emoción y mucha belleza; cohesión, talento y pulcritud.

Aplausos sonoros, Juan; gracias por compartir.

Un abrazo.

Un grado que llega con música y hermosos versos. Me gustó leerte.
Abrazos
Pilar

Muchisimas gracias Lunamar, Hallie y Pilar. Un grado más a vuestras tres bellas y generosas respuestas al poema.

Hermoso e interesante trabajo, amigo Juan.
Abrazos.

Un poema de agradable y grata lectura Juan. Mi enhorabuena.
Un abrazo
J. Manuel

juan delgado escribió:La espuma de los días desliza
su húmeda blancura de viento y vela.

La raya de sol empolvado,
donde las moscas encuentran su paraiso,
gira un grado más delante de mis codos.

El beso en la frente me dice que te vas
y los pasos que bajan escaleras de sueños
reberberan cayendo desmayados
como las cuentas del collar de pompas
con las que el pez azul oculta el despertar
de las algas muertas en el cáliz traslúcido
de la flor triunfante del jarrón de loza.

Un grado más
sigue girando la raya de sol empolvado
que ya se clava en la sombra del pasillo largo
y las moscas levantan su vuelo de cristales rotos
asustadas, quizás, por el manotazo de los soles caidos.

Allí al fondo justo, junto a la puerta del balcón cerrado
sentada en la silla del respaldo roto, la imagino
de luto y aún huelo los jazmines de su pelo
cuando tejía los ecos profundos de la memoria.
.

Este poema es reloj atómico. Nos da a hora entrañable. Te felicito Juan por tus bellas y dicientes imagenes, E.R.A.

Me ha gustado esa vorágine de imágenes (perdón por la cacofonía ) en tu poema, Juan. Saludos.

Me gustó muchísimo este poema Juan. Usas un lenguaje precioso, cada palabra en su justo lugar. Felicidades

Allí al fondo justo, junto a la puerta del balcón cerrado
sentada en la silla del respaldo roto, la imagino
de luto y aún huelo los jazmines de su pelo
cuando tejía los ecos profundos de la memoria.

Qué ultima estrofa!
U qué imagen, me encanta.

Un abrazo.